El Supremo avala por unanimidad las condenas por los atentados de Barcelona y respalda la actuacin del CNI y los Mossos


  • Sentencia de la Audiencia Condenados a 53, 46 y 8 aos los miembros de la clula yihadista que cometi los atentados de Barcelona
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El Tribunal Supremo ha desestimado este lunes los medios de casacin interpuestos por los dos principales procesados por los atentados de Barcelona y Cambrils por varias acusaciones contra la sentencia de la Sala de apelacin de la Audiencia Doméstico que conden a Driss Oukabir (43 aos de prisin) y Mohamed Houli Chemlal (36 aos) como autores de los delitos de pertenencia a organizacin criminal con finalidad terrorista, fabricacin y tenencia de explosivos con dicha finalidad y de estragos y lesiones imprudentes, y a Said Ben Iazza como cooperador en el delito de organizacin criminal con finalidad terrorista.

A este ltimo se le estima parcialmente su solicitud al considerar el Supremo que fue cometido por imprudencia oneroso, por lo que su condena pasa de 8 aos a 18 meses de prisin.

En relacin con los medios de las acusaciones, la Sala, por unanimidad, rechaza las pretensiones de inepto del prudencia celebrado y se descarta lesin del derecho al adiestramiento de la accin penal. La sentencia, ponencia del magistrado progresista Javier Hernndez, afirma que el objeto del proceso se configur conforme a las reglas que lo disciplinan y las partes pudieron ejercitar los instrumentos de control de las decisiones no inculpatorias previstas en la ley procesal.

Para la Sala, la inepto del prudencia carece de justificacin y explica que el coche de procesamiento limit la inculpacin de los investigados, descartando, expresamente, que las diligencias practicadas hasta ese momento arrojaran indicios suficientes de que los acusados pudieran sobrevenir ideado o participado en los asesinatos consumados e intentados cometidos por otros integrantes de la organizacin criminal. Ese coche, excluy, luego, el hecho de la participacin respecto a algunos delitos que, hasta ese momento, constituan tambin objeto de investigacin.

Frente al criterio de uno de los recurrentes, la Sala descarta la conjetura de que Es Satty sigue vivo, respondiendo puntualmente a todas las dudas sugeridas. En este sentido, la Sala explica que “…se desacreditan los hechos declarados probados (…) Y se hace, adems, partiendo, parece, de la idea de que el proceso es un mecanismo omnisciente por lo que cualquier sombra de incerteza solo puede interpretarse como producto de una deliberada voluntad de ocultacin o de no investigacin, aunque, al tiempo, no se identifique por parte de quien”.

“…En cuanto al no hallazgo del telfono de Es Satty entre las ruinas de la casa de Alcanar y de algunas tarjetas de los telfonos conspirativos sobre el que la parte frmula otra de sus dudas, debe recordarse que con motivo de la explosin los cuerpos de los ocupantes del inmueble quedaron absolutamente destrozados, hasta el punto de que se recogieron 14 kilos de restos humanos de las dos personas fallecidas, tal como constan en las actas levantadas. Lo que hace idea de la estupendo intensidad de la deflagracin y de su poder destructivo”, agregan los magistrados Manuel Marchena (presidente), Javier Hernndez (ponente), Antonio del Casto, Andrs Palomo y Juan Ramn Bergudo.

“En consecuencia, es muchsimo ms plausible considerar, desde la lgica de lo moderado, que la destruccin provocada impidi la localizacin de las tarjetas y el telfono que hipotetizar sobre la manipulacin y la confabulacin de todos los agentes del TEDAX del Cos de Mossos d’Esquadra que de forma heroica pusieron en entretenimiento su vida buscando evidencias entre los restos de la vivienda”, indican los magistrados.

Sobre las dudas referidas al cadver de Es Satty: “La Sala de Apelacin neutraliza la hiptesis de los recurrentes considerando que la no reclamacin del cuerpo puede objetar a mil razones, incluso de tipo emocional. Tiene razn, de nuevo, la Sala de Apelacin. Hay muchas razones que pueden explicarlo. La emocional, a la que se refiere la sentencia recurrida. O la econmica, por la imposibilidad de admitir los costosos gastos de un traslado sombrío internacional. O, incluso, la religiosa que, de contrario, invocan los recurrentes para cuestionar lo fijado en la sentencia. Porque, en meta, los ritos funerarios musulmanes prohben, en saco al hadiz de Abu Dawud, el momificación del cadver y la prolongacin en el tiempo del sepultura. Y si admisiblemente se contemplan excepciones a la prohibicin, las frmulas para momificar un cuerpo son tambin muy exigentes, no siendo posible extraer carencia del estmago o intestinos del muerto porque eso violara su virtud, como precisa el hadiz de Aisha.

En el caso, desconocemos qu concretos restos humanos del Sr. Es Satty fueron enterrados en Espaa y si concurren razones religiosas para su no repatriacin al no poderse cumplir con las reglas que disciplinan el sepultura segn la tradicin islmica”.

“…Y por lo que se refiere a la sospecha, destacada en el acto de la panorama, de inaccin o negligencia de los servicios secretos del Estado en la evitacin de los atentados, dados los vnculos que se mantenan con Es Satty, dirigente o promotor de la clula terrorista, solo una precisin. No consta en el escrito del solicitud ni una sola narración a diligencias pretendidas por los recurrentes y denegadas o a los resultados de las pretendidas y practicadas sobre la posible vinculacin del imn de Ripoll con los servicios secretos del Estado al tiempo en que se produjeron los fatales atentados.

Se afirma que fue visitado en prisin, sin concrecin de fechas y circunstancia, por agentes del servicio secreto cuando estuvo ingresado por un delito de trfico de drogas entre 2010 y 2014 y que un dirigente de una comunidad musulmana en Blgica manifest sobrevenir escuchado en 2016 a Es Satty balbucir en castellano y que al preguntarle con quin estaba hablando aquel le contest que con los servicios secretos espaoles“.

La Sala concluye que “es obvio que tales datos, por su genericidad, no permiten sostener una hiptesis de incumplimiento oneroso de los deberes de control de las fuentes de peligro conocidas que cerca de exigir a los servicios secretos que tienen encomendada dicha funcin”, en claro respaldo tanto a la actuacin del CNI como de los Mossos d’Esquadra.

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