Rebajar las listas de espera monitorizando a los enfermos crónicos



Tener bajo control a los pacientes crónicos de una decena de enfermedades como diabetes, cardiopatías o respiratorios, podría resumir las listas de calma médicas y evitar el colapso en las atenciones de urgencias. Esa es la propuesta de Rafael Bengoa, entendido en papeleo de vitalidad pública, y que ha sido asesor de la Empresa Obama y Consiliario de vitalidad del Gobierno vasco.

Para Bengoa, encima de la prevención primaria que se hace con el tabaco, las vacunas, etc., hay que implementar otras medidas preventivas, centradas en los enfermos crónicos que ayuden al mejor funcionamiento del sistema. “El 40 % de los españoles tienen una enfermedad crónica- explica- y muchos de estos tienen dos o tres enfermedades crónicas. Lo que necesitamos es controlarles tecnológicamente a domicilio y conocer qué les está pasando. Cuando uno ve en una pantalla, en atención primaria o hospitalaria, que esas personas se están descompensando, es perfectamente posible, como se está haciendo muchos países y se está empezando a hacer en España, mandar a domicilio a alguno para atender al enfermo en lado de que este aparezca en urgencias”.

Las nuevas tecnologías permitirían implantar ya este tipo de medidas. “La tecnología existe. Ahora hace descuido, en este momento postpandémico, recuperar el tono en términos de capital humanos y obviamente tecnológicos que nos hace descuido. Esto es perfectamente posible ahora con diez o doce enfermedades. Los problemas que tenemos es que las listas de calma se van extendiendo porque no estamos haciendo tomamos medidas de este tipo y provoca que las personas se sigan descompensando en casa y aparezcan obviamente en urgencias, y ocupen una cama del hospital, que son las dos partes más caras del sistema”.

Se necesitan más capital

El esfuerzo de la filial, a entender de Bengoa, tendría que incrementarse en la dotación de los capital. “Todo eso va a hacer que el sistema sea muchísimos más ágil que es lo que está siendo, y esa agilidad va a venir de la mano de dos cosas: tener a las personas en el radar tecnológicamente a ver qué le está pasando y la segunda que haya a capital humanos suficientes, una inversión en capital humanos, para poder atender a esas personas a domicilio o en el hospital cuando sea necesario ingresar”.

Más allá de métodos de seguimiento y atención previa, Rafael Bengoa asimismo propone desarrollar medidas que refuercen los servicios sociales para la atención de los enfermos.

“La sanidad no se puede arreglar sin arreglar, a la vez, los servicios sociales. Porque cuando una persona ya ha ingresado, a veces permanece en el hospital sin requisito, ¿por qué? porque no tenemos donde mandarle para estar aceptablemente atendida o porque puede ser demasiado pronto para ingresarle en una residencia. Entonces lo que va a ser muy importante es alterar, no solo en sanidad, sino en servicios sociales, conectar esos dos mundos de forma activa y en esa conexión consolidar que las personas ingresadas puedan tener unos buenos cuidados allí donde les toque ir. Y esto asimismo es más económico, porque obviamente es mucho más caro tener una persona en una cama hospitalaria que, obviamente, en su casa o en una residencia”.

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