Las caras de los agraciados con una de las 40 viviendas de promoción pública erigidas por el gobierno gallego en el intramuros coruñés de Xuxán describían este lunes su estado de actitud mucho mejor que cualquier discurso que hubieran acertado a pronunciar. El del presidente de la Xunta, Alfonso Rueda, fue muy breve, rápido colofón a las 40 «escenas» de «alegría» que acababa de poblar, «sentimientos» a galantería de piel, unido a su vicepresidenta segunda y conselleira responsable de vivienda, Ángeles Vázquez, al ir entregando las llaves. Hogares, dijo, para familias que «las necesitan» y que «a partir de ahora tienen su propia casa; tras salir al »final de un camino muy difícil« y como punto de partida para »otro mucho más confortante«. Y bromeó: »Las viviendas son para las familias, pero la mayoría de las que recogieron las llaves eran mujeres. Por lo tanto, eso quiere asegurar que las viviendas van a estar… [pausa] en muy buenas manos. Y por supuesto en las de los hombres que recogieron las llaves«, añadió, en tono distendido.
Las 40 viviendas de promoción pública (VPP) entregadas ayer son tan pronto como un primer avance de las 1.600 inmuebles protegidos que la Xunta tiene planeado que se levanten en el intramuros de Xuxán, en la ciudad herculina, en un horizonte de 4 a 5 primaveras. El ejecutante autonómico construirá de forma directa 162 de esas viviendas, con un desembolso de 55 millones de euros —las que ya obran en posesión de sus dueños suponen una inyección de 7,5 millones de euros—. Como recordó ayer Rueda, su gobierno pretende alcanzar, bajo este tipo de régimen, cerca de 6.000 en toda Galicia, unas 5.600, 1.800 más que las actuales. Será, subrayó, una de las «políticas principales» de la Xunta en lo consecuente.
Será necesaria, recordó «mucha colaboración» de la «parte privada», que arrimen el hombro en el objetivo trazado de aumentar el parque notorio un 50% de aquí a 2026. Pero tiene claro el mandatario que «por ahí hay que seguir», brindando vivienda «digna» a quienes más la necesitan a través del «esfuerzo» de «todos los gallegos», enfatizó el presidente de la Xunta, «que contribuyen con sus impuestos». Se demora en San Caetano un esfuerzo incluso por parte de los promotores: de ahí los incentivos aprobados la semana pasada en Consello para sacar nueva vivienda destinada a locación social, en el interior de un paquete con 55 millones de dotación.
Modalidad, el locación, que centra los planes de la Xunta, como ayer dejó claro su titular. «Cuando vemos las preferencias de la familia, la mayoría está pidiendo locación. Y en estos momentos, para ser ágiles en la construcción y puesta a disposición, debe ser el sistema que sigamos. Vamos a sospechar por él, básicamente», ratificó. Señaló, no obstante, que la idea es «combinar» con las compras, pero reiteró que son mayoría quienes piden locación al apuntarse a las listas de demora para optar a una VPP. «No quiere asegurar que se deseche completamente una posible traspaso, ni que los apuntados (…) para ingresar en propiedad puedan hacerlo, o cambiar a locación», aclaró.
Zonas tensionadas
Desde el BNG, su viceportavoz parlamentario Luis Bará acusó ayer a la Xunta de «bloquear por la puerta de a espaldas» y de guisa «personal» la proclamación de zonas tensionadas de vivienda con la reforma presentada por el PP a la ley de comparsa de los Orzamentos de 2024 para modificar la Ley de Vivienda. El portavoz del Categoría Popular, Alberto Pazos, respondió que lo que «sorprende» es que la única reforma sea suya.