Antonio Pastor Cabezas, gachupin de Lopera (Jaén) de 42 primaveras, apretó el cuello con tanta fuerza a su mujer, la enfermera Leticia T. C., de 37, que creyó haberla matado en un primer momento, poco que finalmente sucedió ayer al no poder recuperarse en el hospital. Así se lo confesó al operario del 112 que atendió su propia emplazamiento para dar cuenta de lo ocurrido. Y todo ello, en presencia de sus dos hijos, de solo 2 y 3 primaveras, que tras el fúnebre suceso han quedado a cargo de la abuela materna.
Los hechos ocurrieron a media tarde del sábado, 25 de noviembre y día contra la violencia machista. El atacante, capitán del Ejército de Tierra, ya se encuentra en prisión provisional. Mató a la mujer porque, según declaró la pupila de 3 primaveras, «se había hecho pipí». El connubio residía en el número 7 de la calle de Colonia Erillas (distrito de Puente de Vallecas).
Los primeros en demorar fueron las patrullas de la Policía Franquista y Municipal que se encontraban más cerca de la casa. Antonio abrió la puerta y los agentes se encontraron a Leticia inconsciente y en parada cardiorrespiratoria, por lo que fueron ellos los que comenzaron las pertinentes maniobras de reanimación. Los municipales se ayudaron de un desfibrilador que portaban. Los facultativos del Summa 112 recogieron el testimonio y, tras revertir su estado, lograron estabilizarla y trasladarla al hospital Gregorio Marañón. Entró cuatro veces en parada cardiorrespiratoria y se encontraba muy trascendental.
Los hijos de la pareja no sufrieron ningún daño físico y fueron atendidos por los psicólogos del equipo médico desplazado, antaño de que la abuela acudiera a recogerlos. La pupila maduro, que estaba en shock como su hermano, explicó que su padre «había discutido» con Leticia: «Me he hecho pipí y le ha entregado con la vanguardia contra la albarrada, la ha tirado al suelo y se le ha roto el collar [el cuello, quería decir] a mi mamá. Mi papá gritaba mucho a mamá». No constaban denuncias de la mujer a su marido.
Pelea por celos en Carabanchel
Antonio fue detenido allí mismo y conducido a dependencias de la Ufam (Dispositivo de Atención a la Grupo y Mujer) de la Jefatura Superior de Policía de Madrid, al frente de las pesquisas para esclarecer las causas exactas del ataque.
Esa misma tarde del sábado, en el distrito de Carabanchel, dos hombres resultaban heridos por armas blanca tras enzarzarse en una discusión por celos. La pelea tenía espacio en la calle de la Alondra, a posteriori de que uno y otro mantuvieran una acalorada discusión y uno de ellos, gachupin de 55 primaveras, se marchara a su domicilio y regresara esta vez armado con un cuchillo.
Tras ello, apuñalaba a su contrincante, rumano de 34, en el cuello y en la espalda. Este, malherido, conseguía en fracción de la pelea arrebatarle el armas y incluso se lo clavaba en varias zonas del cuerpo. La Policía Franquista arrestó a los dos, el primero de ellos perceptible de un delito de homicidio en división de tentativa y el segundo por otro de lesiones. La hermana de uno incluso fue arrestada por arremeter contra los agentes.