Penetrar en los calabozos de Plaza de Castilla como visitante hace que se despierte una alerta interior, una tensión por estar en un espacio muy alejado de la cotidianeidad, y del que el ciudadano de a pie escasamente tiene detalles, más allá de los que ve en las películas. Las recién terminadas obras de reforma y modernización en estos espacios, visitadas ayer por las autoridades, permitieron la perspectiva a un espacio acotado normalmente a detenidos, abogados y funcionarios públicos.
Los detenidos pasan directamente desde el parking al sótano 1 de los juzgados de la Plaza de Castilla. Y debajo, en el sótano 2, están los calabozos destinados a presos procedentes de centros penitenciarios y a los que están pendientes de juicios rápidos. Un mundo por separado, del que los ciudadanos que transitan por las calles a escasamente unos metros lo ignoran casi todo.
En los calabozos, construidos a la vez que el edificio, en 1976, acaban de terminarse unas obras de reforma que les han dotado de un aspecto menos lúgubre, y de mejoras como un circuito cerrado de televisión, instalaciones de ventilación y radiadores antivandálicos.
En el primer sótano se encuentran las celdas para detenidos que pasan allí un tiempo, hasta ser enviados delante el togado. Son instalaciones con ventilación natural; de hecho, no es extraño ver a familiares de los detenidos intentando contactar con ellos por las ventanas, desde la vía pública y a bramido pelado. En esta zona ya se habían acometido modificaciones para mejorar las instalaciones, las últimas en 1998. A ellas ahora se han añadido una nueva sala de abogados, adjunta a la zona de detenidos, con varios puestos de trabajo y ordenadores donde los letrados puedan trabajar en condiciones adecuadas.
El segundo sótano, que presentaba un estado más precario, ha sido objeto de las últimas reformas, que ayer visitó el maestro de Presidencia, Equidad y Filial Particular, Miguel Hechizo García. Se han renovado los acabados, e instalado bancadas en celdas, cámaras de vigilancia, pulsadores para vocear a los funcionarios, sistemas de renovación de corriente y radiadores y sanitarios antivandálicos. En total, se han cobrador ocho salas de detención colectivas, colocando todavía vidrios de seguridad en las mirillas de las puertas de las celdas.
Estas y otras mejoras están incluidas en el Plan de Infraestructuras Judiciales, recordaba el maestro Miguel Hechizo García. Para el próximo año, este plan tiene prevista una inversión de más de 30 millones de euros en la construcción y progreso de sedes judiciales.
Nueva sala para abogados
En el caso de los calabozos, se hace especialmente necesario introducir mejoras, entregado que según recordaba el decano del Colegio de Abogados de Madrid, Eugenio Ribón, «por ellos pasan más de cien detenidos diarios». Los trabajos en los juzgados de Plaza de Castilla, añadió, se llevan a término «con la colaboración de la Comunidad de Madrid y el empeño de la decana de los Juzgados».
Otras mejoras
La instalación cuenta ya con una nueva rampa para personas con movilidad limitada, con dimensiones más amplias que la presente rampa metálica. Y se ha renovado el pavimento de la plaza de comunicación al edificio de los juzgados con material antideslizante, así como la escalinata principal de comunicación con peldaños más anchos y que se revestirán de piedra tratado para evitar patinazos.
Se ha instalado una marquesina de vidrio en la apariencia para proteger la entrada al inmueble. Y todavía se ha renovado las puertas de comunicación al edificio, que han pasado a estar integradas en un frente de vidrio
En el interior del edificio, se ha acometido una reforma que amplía el espacio para el control de seguridad. Encima, se ha renovado el revestimiento de las paredes y se ha mejorado la iluminación, incluyendo luminarias tipo led.