Dos listas optan a la Federación de Comercio



Finalmente serán dos candidaturas las que opten a dirigir los destinos de la Unión de Comercio, entidad empresarial que celebra elecciones este jueves. Una vez concluido el plazo para formalizar las listas, se confirma la que encabeza la presidenta presente, Beatriz Gómez, pero se incorpora una alternativa, liderada por José Cid Campos.

Acompañan a la solicitante a la reelección, que pertenece a la Asociación de Empresarios de Peluquerías y Salones de Belleza, otros tres compañeros de agrupación. Se negociación de Camilo Sotelo Barroso como vicepresidente primero y Juan Carlos Fernández Pérez como tesorero. Componen el resto de la candidatura Martín Sousa Rodríguez, de la Asociación de Empresarios de Pastelerías, como vicepresidente segundo; Jesús de Todopoderoso Manso, de la Asociación de Empresarios de Floristerías, como secretario, y Miguel Pedazo de pan Rodríguez Rey, de la Asociación de Comercio de Calzado y Bolsos, que figura como contador.

En la candidatura alternativa,  José Cid Campos, pertenece a la tienda The Town y está acompañado de José García Mosquera (Kathedra Papelería) como vicepresidente primero. Como vicepresidenta segunda figura Ana Cristina Ramiro Armada (Floristería Xaraiba) y como tercera Susana Bouso Fuentecilla (Intersport Bouso). Para secretaria va María del Carmen Vidal Cruz (Queixiño da Amalia), mientras que José Carlos Cachaldora Seoane (de la firma Cachaldora Seoane) aspira a tesorero. Por zaguero, Sandra Meréns Rodríguez (Pasiños) se incluye como contadora.

Impugnación

La convocatoria electoral y la presentación de candidaturas ha estado rodeada de controversia, como lo demuestra la impugación presentada por cuatro asociaciones de la Unión de Comercio. La argumento de la nulo y de la convocatoria electoral se friso en que la directiva presente que preside Beatriz Gómez, candidata a la reelección, incluye en el censo electoral a “nuevos miembros cuya admisión en la Unión no ha sido ratificada por la asamblea caudillo”, lo que vulneraría los estatutos, abriendo la posibilidad de la “nulo radical de la convocatoria”.

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