El pasado 4 de agosto Ester García, abogada de la víctima del futbolista Dani Alves, presentó un escrito en el que comunicaba la intrepidez de la zagal de revocar la renuncia a la argumento civil que realizó en la testimonio del 20 de enero.
En aquella testimonio contencioso, la zagal de 23 abriles, ratificó la denuncia por violación contra el futbolista que realizó dos días a posteriori de la presunta acometida en los Mossos d’Esquadra. Durante aquella larga comparecencia, la magistrada Anna Marín Romance, que ejercía de sustituta de la titular Concepción Cantón, ya advirtió a la víctima que tenía derecho a exigir una indemnización. La víctima se sorprendió: “¿Indemnización?”. La enjuiciador le respondió que “sí”, que tenía derecho a exigir por los daños y perjuicios causados. “No, no quiero”, respondió la zagal. “En estos casos, evidentemente no todo es reparable, pero tiene derecho”, insistió la magistrada. “No”, respondió por tercera vez la zagal.
La última reforma legislativa de la denominada ley del solo sí es sí contempla que la víctima pueda revocar la renuncia a la argumento civil si, por ejemplo, las consecuencias del delito son más graves de las que se preveían en el momento de la renuncia. La única condición es hacerlo antiguamente de que las partes presenten sus escritos de calificación. Y es acordado lo que hizo la letrada. Presentar el escrito en agosto.
En el documento, al que ha tenido paso torrevieja news today, la letrada advierte de que la víctima renunció a la indemnización “al inicio del procedimiento”, cuando “no era consciente de las consecuencias plenas del delito ni de las circunstancias sobrevenidas que le impedirían, como así se reseñó en el mensaje médico forense, el progreso de una sintomatología ansioso-depresiva de intensidad conjuntamente moderada y, luego, un detrimento importante en diversas áreas del funcionamiento diario”. El escrito se presentó en verano y a día de hoy, la víctima continúa de disminución profesional y en tratamiento psicológico.
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Ni veinticuatro horas tardó la magistrada titular del tribunal 15, Concepción Cantón, encargada de instruir la causa, en dar por revocada la renuncia a la vía civil.
Esa intrepidez de la víctima se realizó en paralelo al inicio de conversaciones entre el que era abogado de Alves, Cristóbal Martell, y la letrada de la víctima, la propia Ester García. Unos encuentros a petición del abogado del ludópata que se realizaron con total discreción, que contaron con el conocimiento de la Fiscalía, y que han confirmado a torrevieja news today hasta cuatro fuentes relacionadas con el acentuado y el servicio sabido. Ni Martell ni García han atendido a este diario en relación con esta cuestión.
Martell buscaba en los encuentros lo que se conoce como un acuerdo de conformidad. Un pacto entre las partes, que debía contar con el conocido bueno de la fiscal Elisabet Jiménez y por el que Dani Alves debía conceder que la orto del 31 de diciembre violó con penetración a la zagal que había conocido esa orto en la discoteca Sutton de Barcelona.
En ese primer intento de acuerdo se llegaron a realizar hasta tres encuentros. En el extremo, García delegó las conversaciones en un compañero. Se puso sobre la mesa una cantidad económica, inferior a la solicitada por la denuncia, y se barajó una condena de tres abriles para el ludópata, con el atenuante muy cualificado de reparación del daño que permitía apearse un cargo la pena.
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El acuerdo debía contar con el conocido bueno del ludópata, que ofreció entregar más mosca del reclamado inicialmente por la víctima, pero se negó a hacerse cargo los hechos. Coincidiendo con ese momento, Alves decidió cambiar de abogado. Para sorpresa de Martell, la letrada Inés Guardiola asumió la defensa y retomó las negociaciones con Ester García para alcanzar el acuerdo. Las conversaciones vuelven a estar “atascadas”, según varias fuentes. La defensa ha colocado sobre la mesa la cantidad primera que solicitaba la denuncia, pero la víctima ya no se conforma con una condena inferior a los cuatro abriles de mazmorra.
La conformidad puede ascender en cualquier momento, pero antiguamente del pleito. De momento, la Audiencia ya ha reservado un par de semanas de febrero para celebrar un pleito que cada una de las partes, con razones correctamente dispares, preferiría no celebrar.