La inflación desciende sutilmente ayer de final de año y de cara a la Navidad hasta el 3,2%, tres décimas menos que la tasa interanual de octubre, cuando fue del 3,5%. La ocaso se debe, principalmente, al abaratamiento de los carburantes y los paquetes turísticos y a una subida del precio de los alimentos menos pronunciada que la sufrida en 2022.
Si se comparan los meses, el IPC desciende un 0,4% en noviembre respecto al mes antedicho. Con la moderación de su tasa interanual en noviembre, la inflación vuelve a registrar descensos tras suceder estado anclada en el 3,5% durante los últimos dos meses y cae a su último nivel desde agosto, cuando se situó en el 2,6%.
La inflación subyacente (sin alimentos no elaborados ni productos energéticos), que en noviembre bajó siete décimas, hasta el 4,5%, tasa 1,3 puntos superior a la del IPC militar y la más desprecio desde abril de 2022, cuando se situó en el 4,4%.
La vicepresidenta y ministra de Finanzas, Comercio y Empresa, Nadia Calviño, considera los datos como una “muy buena mensaje”. “La inflación subyacente sigue la senda descendente hasta el 4,5%. Con ello, los salarios siguen ganando poder adquisitivo y las empresas españolas competitividad aumentando su cuota de mercado, incluso en el difícil contexto internacional”, añade.