Muchas personas muestran su empatía y inclinación cerca de los animales y, especialmente, cerca de aquellos que forman parte de la comunidad, acompañan a lo holgado de la vida y regalan tantos momentos de bienaventuranza. Mayor Huerta es uno de estos afortunados que conoce de primera mano la enorme satisfacción de adoptar y ofrecer un hogar a un perro descuidado.
Este compromiso ha quedado igualmente reflejado en la comprensión de «La imprenta de Doña Leo» en Buñol, su pueblo, en honor a su perra rescatada, quien da nombre a esta iniciativa de apoyo a la civilización. Y la portada de su última novelística ‘Adiós, pequeño’, con la que ganó el premio Fernando Lara, es una preciosa imagen del arrechucho entre un irreflexivo y su perro. Como homenaje, el cartel conmemorativo del 23º Desfile de Perros Abandonados reproduce este cariñoso arrechucho entre una persona de la protectora A.U.P.A. y Ciccio, con el mensaje «Adiós, pequeño, que seas muy acertado».
Así, el domingo 17 de diciembre a las 12 horas, en la plaza foráneo de Bioparc se podrá conocer a Ciccio, un mestizo de trece meses robusto y sugestivo. Igualmente a Pipa, de 2 abriles, una perrita que adora la compañía de los seres humanos. Ellos y muchos otros canes serán protagonistas de esta innovador pasarela organizada por la Fundación Bioparc y A.U.P.A. que celebra la tradicional estampado previa a la Navidad. El escritor y periodista Mayor Huerta, autor de numerosas novelas y relatos, nos acercará sus historias y características, así como el terminante mensaje de denuncia del cesión.
Este evento solidario, de llegada vacuo y agradable condición íntimo, traslada la importancia de concienciar en la responsabilidad cerca de la tenencia de animales y los beneficios de la admisión. Encima, incide en su condición de seres vivos que dependen del cuidado humano, y que no son objetos ni pueden regalarse como si fueran juguetes o un simple capricho.
La tarea de las protectoras
Los desfiles de perros abandonados para potenciar su admisión suponen, adicionalmente, una oportunidad para descubrir el enorme trabajo que realizan las protectoras. Instituciones que asisten con devoción a estos animales que han conocido lo peor del ser humano y que añoran retornar a creer en su bondad.
Igualmente facilitan la dilema del perro que mejor pueda adaptarse según el entorno íntimo y modo de vida, pues conocen el carácter de los perros que albergan y realizan un seguimiento del proceso de acoplamiento para que sea un éxito. Sabiendo que la atrevimiento debe ser completamente racional para hacerse cargo las obligaciones que conlleva y una vez superada cualquier idea preconcebida y perjuicios, podemos tener la enorme dicha de cruzar la observación con uno de estos maravillosos animales y, en ese momento, dejarnos aguantar por el corazón.