«Va a ser muy difícil de controlar»


El doctor Andreu Cueva, anestesista del Hospital Vithas Valencia Consuelo, ha apto este miércoles de que, «en un par de primaveras», España «podría enfrentarse a un problema serio con el fentanilo» conveniente a su «suscripción toxicidad», a que es «tremendamente económico» de producir, se puede elaborar en cualquier parte y reporta un beneficio «enorme» a los narcotraficantes.

Más de 100 profesionales de Valencia y otros puntos de España han asistido a la charla que ha impartido este experto sobre el fentanilo, en colaboración con el Sindicato Profesional de Policías Locales y Bomberos en la sede de la Policía Restringido de Valencia, según ha informado el congregación en un comunicado.

El doctor Cueva ha explicado que el fentanilo «es un opioide sintético que se utiliza de guisa habitual en los quirófanos de todo el mundo. Se alcahuetería de un fármaco extraordinario con una potencia muy suscripción y, por eso, se utiliza principalmente internamente del piedra quirúrgico, ya que fuera su uso es muy peligroso».

Una de las causas del trascendental incremento de circulación del fentanilo «es que es muy económico de elaborar y, al ser tan potente, los narcotraficantes se han legado cuenta de que la posesiones del tráfico de esta droga es tremendamente superior a otras».

En este sentido, el doctor Cueva ha resaltado que «si por un kilo de cocaína sacan unos 50.000 euros aproximadamente, hablamos de que por un kilo de fentanilo pueden sacar en torno a un millón de euros».

Adyacente a esto, el anestesista del Hospital Vithas Valencia Consuelo ha insistido en que «es muy acomodaticio alcanzar la dosis tóxica del fentanilo, puesto que, con tan pronto como un miligramo, puede matar a una persona». Un aspecto que es lo que explica «la gran cantidad de muertes que está teniendo Estados Unidos por esta causa. Porque se realiza en un abrir y cerrar de ojos una sobredosis».

Expansión, difícil de controlar

De hecho, ha precisado que las ampollas que se utilizan en los quirófanos contienen 0,15 miligramos. Aunque España «tiene muchos mecanismos» para que no se dé una situación similar a la que se está viviendo EEUU ya que la dispensación de opioides de guisa reglamentario «está muy controlada», la expansión del fentanilo como droga recreativa «va a ser muy difícil de controlar».

Entre los problemas más graves, ha destacado las sobredosis por fentanilo. Es tan potente que, aunque se corte para diluirlo por 1.000, porque lo postrero que quiere el traficante es matar al cliente, es tan, tan potente, que es muy acomodaticio hacer sobredosis». Encima, la tasa de anexión al fentanilo puro «se acerca al 100% mientras que la de la cocaína es de un 20-30%».

Encima del consumo como tal, el experto ha apto sobre la mezcla del fentanilo con otras drogas: «Ya lo están introduciendo como mezcla para casi todas las drogas porque es muy económico, las adulteran y, por si fuera poco, es infinitamente más adictivo que la cocaína».

De hecho, ha destacado que «la concurrencia ya está tomando fentanilo sin saberlo y ya está habiendo muertes por sobredosis con otras drogas que se deben, en ingenuidad, a la presencia de fentanilo, lo cual es uno de los grandes peligros del fentanilo ilegal». En este sentido, ha insistido en que «más del 70% de las muestras de cocaína y heroína confiscadas por la Policía, ya llevan fentanilo».

Recetas de opioides

El doctor Cueva ha recordado que en EEUU «el problema viene porque llevan más de 30 primaveras prescribiendo opioides sin ningún tipo de rigor estudiado ni control, sólo a demanda del paciente». Así, durante los primaveras 80 se hicieron campañas de publicidad «muy agresivas» para que «la concurrencia perdiera el miedo a los opioides» y esto motivó que los facultativos «empezaran a recetarlos sin control».

«Durante más de 30 primaveras han estado recetando sin control, y esto ha motivado que se hayan creado millones de personas adictas a los opioides», hasta el punto de que ha degenerado en «concurrencia tan enganchada que no trabaja, problemas lógicos de comunidad, o personas que han perdido incluso su casa», ha expuesto.

El desencadenante de la oleada de fentanilo en EEUU ha sido que «desde 2015 el gobierno comenzó a intentar controlar la prescripción de opioides, y como la concurrencia no podía lograr a las recetas legales, empezaron a comprar de guisa ilegal». En ese año hubo entre 5.000 y 10.000 muertes por el consumo de opiáceos mientras que, en 2021, «hubo cerca de 80.000 muertos». «El fentanilo mata al año más estadounidenses que las guerras de Afganistán y Vietnam juntas», ha resumido.

En opinión del doctor Cueva, «se alcahuetería de una crimen totalmente evitable y representa un fracaso total de su dirección de la sanidad». En Europa se realiza un control completo de la prescripción de opiáceos, tanto en el quirófano como en las unidades de dolor crónico «ya que se dan sólo como última alternativa a posteriori de sobrevenir probado todas las posibilidades».

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