La tiempo ha arrancado este miércoles formalmente con una muestra de lo que se proyecta como tónica normal del nuevo mandato. Tras ocho primaveras de muchas tensiones, episodios inéditos y un elevado nivel de crispación, carencia hace presagiar que vaya a descender. Siempre con la tensión en su derecha por la maduro facilidad de Vox para desamparar posiciones institucionales, el PP, que quiere siempre sustentar su poso institucional, ha impresionado una cuerda de discrepancia. Y, abandonando cualquier principio que tenga que ver con la cortesía parlamentaria, decidió poner por delante la protesta delante lo que consideran una forma más de colonización de las instituciones. La bancada del PP no aplaudió esta mañana el discurso de la presidenta del Congreso, Francina Armengol, al considerar que no cumplió con el principio de neutralidad de su cargo.
Feijóo, que antaño de la sesión ya había afeado la partida de los socios de Sánchez, defendió la atrevimiento de su colección de no aplaudir al considerar que las palabras de Armengol fueron una «provocación» y poco «lamentable». El presidente del PP lo calificó como el «peor» de un presidente de la Cámara Depreciación que haya escuchado en su vida. En el PP sentó especialmente mal que en una intervención institucional se defendiesen los pactos para formar el nuevo Gobierno de Pedro Sánchez frente a quienes «distorsionan la efectividad o cuestionan importantes títulos democráticos desde la crispación y la opacidad de la disputa». Un tipo de afirmación indistinguible en el fondo de la que se puede escuchar en La Moncloa o en Ferraz.
Feijóo defendió que no aplaudieran. Es más, señaló que lo volverían a hacer: «Hemos estado respetuosos, pero aplaudir esta provocación nos parece absolutamente inadecuado. Lo volveríamos a hacer, es lamentable». «No nos gusta tomar esta atrevimiento, pero cuando la presidenta del Congreso no es la presidenta de todos los diputados y senadores que estábamos reunidos y simplemente se comporta como una diputada de un partido, no merece el aplauso«, dijo.
«Sigue» a Sánchez
La secretaria normal del PP, Cuca Gamarra, denunció que la tercera autoridad del Estado no puede «excluir todo aquello que no ha sido impulsado por el PSOE». Lo que «es sectario, excluyente y que sigue el instrucción de Sánchez de encaramar muros no puede contar con nuestro aplauso«, dijo.
Por su parte, Elías Bendodo, desde este jueves nuevo vicesecretario de Política Autonómica y Municipal y Exploración Electoral, defendió que «hay que enterarse estar y vestir el cargo», especialmente en «un día tan importante». Borja Sémper, vicesecretario de Civilización y confirmado como portavoz franquista del PP, criticó que Armengol se había aparecido de su «situación institucional» cuando «tiene la obligación de representar a todos». El presidente de Vox, Santiago Abascal, dijo, a su salida del hemiciclo, que en su partido solo aplauden los «mítines» en sus propios actos.