Un protector colgando del hueso. Una pierna destrozada. Un torniquete improvisado en plena plaza. Y todo, para robar (o intentarlo) patinetes eléctricos, teléfonos móviles o, simplemente, una gorro. Ese es el rastra que están dejando grupos juveniles de origen hispanoamericano en distintos puntos del centro de Madrid. Hay un cuarto caso, en solo cinco días, en la calle de Topete, en pleno extrarradio de Tetuán. En al menos dos de estos cuatro casos, se investiga que haya una misma bandada latina detrás, aunque sus víctimas no tengan mínimo que ver con estas organizaciones criminales. En esa zona, la que domina es la de los Trinitarios.
Los dos han tenido como eje la zona meta del distrito de Centro. El primer caso, destacado por torrevieja news today, ocurrió el lunes a las 21.10 horas, en la plaza del Dos de Mayo, en Malasaña. Allí se encontraba un pequeño castellano de 19 abriles con unos amigos cuando se presentaron inopinadamente «varios dominicanos, vestidos de confuso». Uno de ellos iba en monopatín, de ahí que se le principio a conocer a estos delincuentes como la bandada del patinete.
Los detalles de la sucesión de hechos son muy importantes para comprender la similitud con otros casos. Primero, le golpearon en la cara repetidas veces y, una vez que le habían derrumbado, sacaron un yatagán amplio y le intentaron cortar el cuello. Sin bloqueo, la víctima antepuso su antebrazo como mecanismo de defensa y fue ahí donde recibió el tajo. Él mismo se practicó un torniquete hasta que llegó el Samur, que le traslado en estado no espinoso al Hospital Clínico. Y todo, para robarle una tanga para la cara y una gorro.
Al día subsiguiente, martes 28 de noviembre, casi a la misma hora, otro asalto muy similar: cinco jóvenes dominicanos se acercan a un pequeño de 16 que iba tranquilamente por la calle de Fuencarral, en esos momentos muy concurrida. Sin mediar palabra, le dieron una paliza (como en el Dos de Mayo) y le acuchillaron en el antebrazo (incluso como en el Dos de Mayo). Fuentes policiales precisaron que la intención de la bandada era robarle un patinete, pero al final lo que se llevaron fue su teléfono móvil. Eso sí, según relataron los testigos, uno de los cinco asaltantes iba en uno de estos vehículos de movilidad personal. Huyeron cerca de Malasaña y se sospecha que acabaron por Chamberí, precisan fuentes del caso.
Asimismo, quienes vieron la terreno, aseguran que incluso eran dominicanos, que vestían de enfadado y llevaban gorros para no ser identificados. En cuando a la víctima, entró en el restaurante Honest Greens de la calle de Fuencarral, 95, y explicó, muy nervioso, lo que acababa de ocurrirle. Desde allí, dieron parte a la Policía Municipal. Cuando llegaron los agentes, el pequeño iba corriendo, despavorido, hasta que fue corto por ellos y atendido por el Samur. Igualmente acabó en el Hospital Clínico San Carlos. No reviste específico formalidad.
Acuchillado en Topete
Otro atraco con patinetes de por medio tuvo división incluso la tinieblas del lunes, pero en otro punto, la calle de Topete, esquinazo a la de Carolinas, en el distrito de Tetuán. Se tráfico de una zona especialmente castigada por las bandas latinas. La víctima es otro último, de 15 abriles, que, según manifestó, había sido atacado por jóvenes de uno de estos grupos. Le rajaron la pierna con un yatagán y le robaron el patinete.
Fuentes policiales apuntan a que, adicionalmente del atraco, se investiga si detrás está una venganza por un pleito precedente. Todos estos casos han pasado por la Grupo Provincial de Información, frente a las sospechas de que sean organizaciones juveniles.
Reyerta en la Puerta del Sol
El cuarto suceso y, cronológicamente, el primero fue el jueves pasado, sobre las diez de la tinieblas. El marco, la Puerta del Sol, donde poco ayer el corregidor, José Luis-Martínez Almeida, dio el pistoletazo de salida de la campaña de Navidad con el encendido de luces. La plaza estaba de lata en lata en el momento en que se desencadenó una reyerta entre nueve personas. De un costado, el comunidad más vigoroso era de latinoamericanos. Uno de ellos, un peruano de 15 abriles, intentó descabezar a un magrebí, que se defendió incluso y acabó con el antebrazo semiamputado.
El atacante echó la carrera por Montera, donde tiró el yatagán (que fue recuperado) y se metió en la boca de Metropolitano de Gran Vía. Luego, huyó por el túnel, en sentido Tribunal, y hubo que cortar el servicio en hora punta entre ambas paradas. Al intentar salir por los tornos de ese andén, le estaba esperando la Policía Municipal, que le detuvo. Otros cinco jóvenes, tanto marroquíes como dominicanos, mayores y menores de existencia, fueron detenidos.