Desarrollan un hidrogel para un tratamiento local y «menos tóxico» de los cáncer de mama con peor pronóstico


Los biomateriales ofrecen «oportunidades» para diseñar sistemas de compañía de fármacos más eficientes y específicos que pueden revolucionar entre otros la forma en que se aborda el tratamiento del cáncer. En este campo trabaja desde hace abriles un equipo del Instituto de Investigación Biomédica de Salamanca (IBSAL), que ha desarrollado un hidrogel termosensible e inyectable para el empalme del cáncer de mama con el que se «ataca el tumor de forma localizada», de «menos tóxica» y reduciendo los pertenencias secundarios de las estrategias convencionales.

El objetivo final de la aplicación del hidrogel es obtener un tratamiento regional para cánceres de mama HER 2+, que son de los que peor pronóstico presentan, explican en un comunicado desde el IBSAL sobre el trabajo liderado por Eva Martín del Valle, investigadora del Instituto y catedrática de Ingeniería Química de la Universidad de Salamanca.

Se manejo de un licor a temperatura concurrencia que se transforma en sólido a temperatura fisiológica (37 grados), gracias a la combinación de los dos componentes utilizados, el polímero PF-127 y la condón gellan, uno y otro aceptados por la FDA como biocompatibles con el ser humano y utilizados normalmente en viandas. Este hidrogel contiene, encima, un sistema de huida nanotecnológico que permite soltar en una zona específica dos componentes farmacológicos.

Uno de ellos frena la formación de nuevas células tumorales y el otro mata células tumorales. «Combinamos así la reprogramación celular y la quimioterapia», apunta la catedrática.

La idea es «inyectar directamente en el tumor o, cuando se está haciendo la resección en cáncer de mama —aunque asimismo sería aplicable en cáncer de colon—, rellenar la zona con el gel en licor, que luego se solidificaría y acabaría destruyendo células cancerígenas residuales, inapreciables en individuo patológica, pero que son las que finalmente pueden provocar la repetición de la enfermedad».

«El gel no solo contesta a la temperatura fisiológica, sino que está diseñado con nanopartículas inteligentes que activan la huida de los fármacos aprovechando los cambios en el pH del tumor, logrando así afectar solamente a las células tumorales, mejorando la especificidad y disminuyendo los pertenencias secundarios», matiza Eva Martín del Valle.

De momento, el sistema ya ha sido probado in vitro y ahora se probará in vivo en modelos de ratón, dejando abierta la puerta a un posible test clínico en el futuro, que sería pionero a nivel mundial y totalmente factible, ya que, por un flanco, «los materiales utilizados son biocompatibles y, por otro, los tratamientos farmacológicos que se liberarían ya han sido probados con aptitud en la clínica».

El trabajo, publicado en Journal of Pharmaceutical Sciences, y en el que asimismo han colaborado investigadores de los Departamentos de Ingeniería Química e Informática y Cibernética de la USAL y del Instituto de Medicina Traslacional de Birmingham, se completará ahora con el expansión de modelos computacionales que simulen la aplicación de este gel para rellenar la zona reseccionada en las intervenciones de cáncer de mama. Un estudio que se está llevando a término en colaboración con el Profesor Sasa Kenjeres, de la prestigiosa Universidad de Delft, y que asimismo será publicado próximamente.

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