La ciudad vivió este pasado martes la noche más tórrida desde 1985: se registraron 22,2 grados. Se trata de la temperatura mínima más alta de este siglo en Ourense, sólo superada por los 23,2 grados que marcó el termómetro hace 38 años, el 22 de agosto.
Y aunque las máximas no dejaron cifras récord, los termómetros alcanzaron ayer los 42 grados en la ciudad, el segundo día más caluroso del mes. Anteriormente, el 2 de agosto, el mercurio había alcanzado los 42,5 grados. Observando solo los meses de agosto, solo en 2018 se superó este techo: el día 3 de ese año se registró una máxima de 42,7 grados.
Los registros de julio muestran una tendencia hacia temperaturas más altas. El año pasado se batió un récord histórico de calor: el 14 de julio se alcanzaron los 44 grados. Dos días antes, el 43.3.
En Valdeorras, que estuvieron hasta ayer en alerta, el martes se alcanzaron los 42,9 grados, igualando su cifra récord de temperatura, registrada también el 14 de julio de 2022.
Meteogalicia estableció ayer y martes alerta naranja en las localidades limítrofes al Miño, por máximas entre 39 y 42 grados. También en algunas zonas de Valdeorras y el sur de la provincia. Hoy pasa a aviso amarillo porque los termómetros marcarán más de 35, un valor más seguro para la salud. En la ciudad se registrarán máximas de 35 grados y mínimas de 22. Lo mismo ocurrirá en Vilamartín de Valdeorras, donde las temperaturas mínimas serán de 19 grados.
A partir de mañana la configuración atmosférica será distinta: el mercurio oscilará entre 15 y 30 grados, y seguirá bajando progresivamente a medida que avance el fin de semana. El anticiclón será favorable para las provincias de Ourense y Pontevedra, por lo que los cielos permanecerán despejados. En A Coruña y Lugo se esperan precipitaciones de forma intermitente.