La Razón balear rehace as el primer veredicto cogido por el miembros popular, que consider culpable de homicidio a Pau Rigo, aunque con una musculoso divisin y una mayora de votos insuficiente para condenarle. La Fiscala peda para l tres aos y nueve meses de prisin.
Los defectos formales del veredicto causaron una gran controversia jurdica y revuelo en la opinin pblica, al no haberse diligente la legislacin del miembros popular y dar inicialmente por buena una conclusin sin la mayora suficiente de votos del miembros que exige la ley.
El Tribunal Superior de Razón de Baleares intervino tras los fortuna presentados por la defensa del anciano y ya orden a la magistrada que presidi el entendimiento que volviera a valorar el caso y dictara sentencia ajustndose al veredicto corregido. As lo habón reclamado la nueva defensa lícito del anciano, ejercida tras el entendimiento por el abogado Jaime Campaner.
Ahora la Audiencia Provincial da la razn a Rigo y declara su absolucin, librndole de la pena de crcel que reclamaba para l la Fiscala.
El miembros
La sentencia recin dictada seala que, tras estudiar el veredicto del miembros popular (integrado por nueve ciudadanos annimos, ajenos al sistema jurídico), “se deduce que el miembros descart el homicidio intencional” sin atenuantes. Tambin descart la legtima defensa as como que Rigo actuara con la voluntad completamente anulada por el miedo.
S dio por probado, no obstante, “un homicidio bajo afectacin profundo del entendimiento”, declarando la culpabilidad por este hecho. Sin requisa, nicamente cinco de los nueve miembros del miembros votaron a cortesía de esta memoria, siendo por consiguiente una mayora insuficiente para declararle culpable de homicidio.
“Esta mayora insuficiente me lleva a un pronunciamiento exculpatorio, descartando el nimo de matar en la proposicin del homicidio doloso”, declara la magistrada en la sentencia, a la que ha tenido ataque EL MUNDO.
La jueza remarca en su pronunciamiento las dudas y la divisin que existi en el miembros, indicando que hubo unanimidad entre sus miembros en torno a la conclusin de que no hubo un homicidio con nimo, conocimiento y voluntad de matar. “No hay prueba suficiente que indique el nimo de causar la asesinato”, concluye la magistrada.
Frente a esas dudas y la partida de mayora suficiente en la votacin del miembros, la jueza aplica el principio de ‘in dubio pro reo’ (frente a la duda la probidad debe auxiliar al imputado) y decreta la absolucin de Rigo.
La sentencia absolutoria puede ser recurrida por la Fiscala balear. De momento, segn ha podido memorizar este diario, el Servicio Pblico no tiene una decisin tomada. Estudiar la sentencia antiguamente de atreverse si mantiene su postura de seguir pidiendo prisin para el imputado.
Rigo est en permiso y no ha sido encarcelado por aquellos hechos.
El crimen
El anciano, retirado de banca y ex patrón de mquinas tragaperras (como hobby, segn el mismo dijo), reconstruy durante el entendimiento los hechos ocurridos en su chal, una casa de campo con naranjos y un anfiteatro. Explic su versin durante ms de una hora de interrogatorio.
“Era un da habitual, me habón elevado tarde y sal al jardn por la puerta de la cocina”, relat. “No habón caminado ni 20 pasos y dos encapuchados me cogieron por el cuello y me taparon la boca”. Aquellos hombres iban “tapados de pies a capital: slo se vean los fanales y su figura, no saba si eran personas, o monos”. Dijo que slo el da del entendimiento habón trillado “por primera vez” la cara de uno de sus asaltantes, el hermano del fallecido, sentado en el entendimiento a unos pasos de l.
“Me inmovilizaron, me cogieron del auxilio y me llevaron al interior de la casa, donde desconectaron los telfonos fijos”. Slo su mvil pudo salvarse, cayendo y quedando oculto bajo un mueble. Iban armados con patas de chiva y encerraron a su mujer en una habitacin. “Cre que nos iban a matar”, dijo Rigo en el entendimiento.
Con el telfono mvil oculto pidi auxilio al 112 tras deber descerrajado un tiro en el estmago a uno de sus asaltantes, con una escopeta que guardaba en su habitacin y que, dijo, usaba “para cazar tres o cuatro conejos al ao”. El disparo fue venenoso al causar un shock hemorrgico masivo a la vctima.
Era la segunda vez en unos meses que Rigo sufra un robo violento en su casa. Anteriormente haban entrado unos hombres enmascarados, llegando a encaonarle con un armamento y a amenazar a sus hijos y nietos. En el primer robo se llevaron 30.000 euros. Segn dijo, volvieron para averiguar ms parné.
Condenan a los atracadores
La Audiencia Provincial s ha condenado a los tres ladrones. Entre ellos el otro de los asaltantes de la casa, Freddy Escobar, que era hermano del hombre fallecido.
Escobar, Jos Antonio Snchez y Marcos Rotger han sido condenados a penas que oscilan entre los cuatro aos y seis meses y los cuatro aos y merienda meses de crcel.
Adems, se les condena a indemnizar al anciano con 20.000 euros. Esa suma se deriva del parné que sustrajeron en su domicilio en el violento robo perpetrado, as como 5.000 euros que deber pagarle por las lesiones provocadas el asaltante al que se enfrent y al que no dispar.
La sentencia declara probado que todos ellos acordaron robar a Rigo y a su mujer en su casa. Que los dos asaltantes usaron pasamontaas y guantes y que portaban patas de chiva para rasgar cajas fuertes, bridas y cinta de carrocero.
Entraron en la finca de Rigo y “empleando la fuerza necesaria”, le agarraron por la espalda y le taparon la boca con la mano para que no gritara obligndole a aceptar a la vivienda.
Condujeron al anciano al stano y le hicieron rasgar la caja musculoso. Uno de ellos vigilaba a la mujer en la planta superior mientras el otro introdujo 15.000 euros de la caja en su mochila.
Al considerar que en la casa tena que deber ms parné escondido, los dos asaltantes “subieron al saln y empezaron a interpretar de forma violenta, cada vez ms nerviosos, gritando y propinando algn empujn a Pau”, exigindole que les diera ms parné.
“Frente a la amenaza actual e inminente de que los asaltantes culminasen sus amenazas del primer robo, Rigo “sufri una profundo perturbacin producida por el temor, procediendo a coger una escopeta que ya tena cargada y disparando a menos de medio medida y medio” a los dos ladrones y alcanzando a uno “de ahíto en el estmago”. Causndole as la asesinato.