Detrás quedaron los primaveras más duros de la afluencia. “Memoria aquellos pacientes que estaban ingresados durante meses y meses, muchos de ellos morían… Aquellas personas fueron atendidas por la sanidad pública y universal, es importante no olvidarse”, reivindica Fernández. Desde el año 1984, en Galicia se contabilizaron 4.336 pacientes con SIDA, de los que 495 se detectaron en Ourense.
Los avances en las medicaciones han supuesto un brinco en la calidad de vida de las personas contagiadas. “Con una pastilla diaria, llevan una vida ordinario”, asegura el cirujano. Actualmente, 550 pacientes ourensanos se encuentran en tratamiento. “La tratamiento permite que su carga sea negativa, lo que impide los contagios. Ahora sabemos que si la persona infectada tiene una pareja y quieren tener hijos, pueden tener relaciones sin preservativo, porque la carga vírico es negativa”, detalla. Fernández explica que, cuanto decano sea el número de personas tratadas, beocio será la transmisión del virus. “En los países occidentales la situación ha mejorado mucho, pero el ocupación donde más casos se detectan es la África Subsahariana, y ahí todavía no ha mejorado”, apunta.
Prevención
Ricardo Fernández acento del aumento de enfermedades de trasmisión sexual (ets) entre la población ourensana. “Vemos muchos casos de sífilis, clamídeas y gonococia, sobre todo entre concurrencia zagal, pero asimismo entre personas mayores”, destaca. En esa andana, pone el foco en la importancia de la prevención y la educación sexual. “Los sanitarios vemos una laxitud de las medidas de protección, sobre todo en relaciones de tipo homosexuales”, señala.