Feijóo prepara una ofensiva parlamentaria para fiscalizar las reuniones secretas de PSOE y Junts


Los emisarios del PSOE mantienen reuniones ya este sábado con la dirigencia de Junts en Ginebra. Un reunión en el que participa Carles Puigdemont. Y que se caracteriza por la opacidad y el secretismo. El secretario de Ordenamiento del PSOE, Santos Cerdán, llegó ayer a Ginebra acompañado por sus dos principales colaboradores en Ferraz, Juan Francisco Serrano y Eladio Garzón. Lo hacían poco a posteriori de que llegara la diputada de Junts, Miriam Nogueras.

La clandestinidad, la errata de transparencia del reunión, el hecho de que las reuniones se celebren en el extranjero y con la figura de un verificador internacional que se ha pretendido ocultar están siendo instrumentos muy difíciles de digerir para el PSOE. Que viene recibiendo críticas al respecto desde hace días desde el espacio mediático más cercano a sus postulados.

Desde el Partido Popular van a hacer de esta cuestión uno de sus frentes de competición inmediata. Desde Génova empiezan a diseñar los siguientes pasos. Fuentes populares informan de que una vez que se ha confirmado que «PSOE y Junts están negociando en Suiza un nuevo ámbito de convivencia y relación entre España y una de sus Comunidades Autónomas», el presidente del Partido Popular, Alberto Núñez Feijóo ha pedido a los portavoces en el Congreso, Senado y Parlamento Europeo que activen «cualquier mecanismo parlamentario para someter al Gobierno a informar del contenido de esa reunión, del orden del día, de los acuerdos alcanzados y asimismo acerca de la identidad de los mediadores internacionales que tanto se afanan en ocultar».

Desde Génova anticipan ya que la primera sesión de control al Gobierno será «un buen momento para comenzar a protestar esa información en el Congreso». Los populares critican que hace seis primaveras que Carles Puigdemont huía a Waterloo «para escapar de la Honradez española» y que ahora es uno de los principales dirigentes del PSOE el que tiene que irse fuera de España «para negociar con él lo que somos como país».

Es ese el cambio de muestra en el que incide el PP. El independentismo siempre estuvo allí. La diferencia es su alianza con el flagrante PSOE. «El maduro activo de la causa independentista ya no es Carles Puigdemont: es Pedro Sánchez», denuncian en el PP. Este brinco cualitativo en la escenificación de la dependencia de los socialistas llega un día antiguamente de una nueva convocatoria del PP para manifestarse en defensa de la Constitución.

Un acto en el Templo de Debod en el que participarán adyacente a Alberto Núñez Feijóo, la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, y el corregidor de Madrid, José Luis Martínez Almeida. Según trasladan desde Génova, Feijóo reivindicará la existencia de una alternativa política «vigilante y firme» y la privación de una sociedad movilizada «que no se dejará doblegar».

Feijóo defendió delante el Comité Ejecutor Doméstico que el PP va a hacer una competición «proporcional y proporcionada a la radicalidad del Gobierno». Los populares hace mucha pedagogía a esa idea: no se puede aceptar que el estilo de competición venga afectado por el Gobierno y sus satélites. Mañana Feijóo reivindicará esa autonomía «frente a un PSOE que nos quiere quietos, callados y mansos». Todavía pondrá el foco en el «constante sonrojo internaciona», tras la importante crisis diplomática con Israel, el choque con el Gobierno de Italia y el desmentido de la Comisión Europea al ministro Félix Bolaños.

Este nuevo acto del PP se propone en la previa de una semana que se retraso asimismo intensa. El miércoles se conmemora el aniversario de la Constitución, con uno de los actos políticos más candentes de cada año. Y que llegará en un momento de profundo choque. Y ese aniversario no servirá como paréntesis. Entre otras cosas porque, previsiblemente, el día antedicho la Mesa del Congreso incluirá la Ley de gracia en el orden del día del próximo Pleno.

Leave a Comment

Your email address will not be published. Required fields are marked *