Emma lleva diez meses de espera por una operación urgente



Desde que Emma Carcacía (43 años) hizo su primer preoperatorio han pasado unos diez meses. Desde la primera vez que la iban a operar de urgencia, ocho. Pero en diciembre de 2022, la TC intraoperatoria del CHUO falló sin posibilidad de reparación. En mayo, este periódico avanzó su situación, explicando la vital importancia de su operación.

Una sucesión de hernias lumbares le hizo perder sensibilidad y movilidad en la pierna izquierda y, en el verano de 2022, le detectaron una tercera lesión que le provocaba hormigueos en la derecha. Si perdiera la sensibilidad en ambas extremidades, podría terminar en una silla de ruedas permanentemente.

El pasado mes de junio, el Sergas notificó a 15 pacientes su traslado al Hospital Álvaro Cunqueiro de Vigo, para agilizar el tiempo de espera. “Nos dijeron que nos iban a operar en julio, pero aún no nos han llamado”, lamenta Emma, ​​y ​​explica que “me hicieron repetir el preoperatorio después de ir a consulta el día 3”.

La paciente orensana ve cómo su estado de salud se debilita con el paso del tiempo al no poder moverse: “Aparte del dolor, este mes cogí neumonía y estuve internada una semana”. Fue entonces cuando su madre decidió tomar cartas en el asunto y ella “empezó a llamar para explicar lo que estaba pasando”.

“Primero nos dijeron que no aparecía en la lista, al día siguiente otra chica nos dijo que sí aparecía, pero que había mucha gente y teníamos que esperar”. En un tercer intento, otra funcionaria se interesó por primera vez por su estado de salud, “vio que tenía categoría 2 (urgente) y me dijo que ya debía operarse”.

Lo más impactante para la ourensana fue el momento en el que, estando en urgencias del CHUO por una neumonía, descubrió que en Ourense habían alquilado un tomógrafo y ya estaban operando a la gente. “Conocí a mi neurocirujano, se interesó por mi situación, y cuando le dije que todavía no intervenía, alucinó”, explica -y añade la reacción del médico- “¿Cómo estás sin operar?”. En ese momento ella le dijo que los pacientes que no habían sido trasladados ya estaban siendo operados. “Están operando a personas que tenían menos prioridad”, denuncia Emma.

Según su relato, en un acto desesperado, la ourensana se puso en contacto con la ministra de Sanidad y con Valedora do Pobo. “A Julio García Comesaña le escribí en dos ocasiones. Primero le escribí una carta formal denunciando la gestión de la situación y, posteriormente, una carta en la que le contaba las experiencias personales por las que había pasado. Comesaña respondió al cabo de varias semanas que “me iban a operar pronto, porque ya había dos soluciones: operarme en Vigo y alquilar un TAC”. “Al final pasan diez meses y sigo esperando”, concluye.

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