Un estudio revela cómo debe ser la siesta para prevenir las arritmias



La siesta es una costumbre ya ampliamente extendida en España y practicada, cada día, por la mayoría de la población. Una costumbre, que para admisiblemente o para mal, puede tener género en nuestra salubridad. El cardiólogo Díaz-Gutiérrez, asegura, en su estudio, que aunque “es necesario un tiempo de reposo y alivio en fracción del día, tras el desayuno”, los patrones del sueño “pueden influir en la salubridad cardiovascular de las personas”.

De hecho, las siestas demasiado largas, que tengan como objetivo compensar la desatiendo de sueño, no son un túnica saludable. Por eso mismo, la recomendación principal es, mejorar la calidad del sueño noctívago, para que de esta guisa, la privación de reposar una siesta no sea tan ilustre y se pueda hacer más corta.

El estudio refleja el peso que, cada vez más, coge este túnica en la salubridad cardiovascular, dejando claro que un excesivo tiempo de sueño puede admitir a “la interrupción del rimo cardíaco común o a un sueño noctívago más corto, lo que igualmente se asocia a maduro aventura cardiovascular y mortalidad”, explica Díaz-Gutiérrez. Una siesta corta, y un sueño noctívago de entre seis y ocho horas, repercutirá favorablemente en la salubridad, disminuyendo el aventura de sufrir una fibrilación auricular.

Es importante cuidar el alivio noctívago

No solo es importante cuidar la siesta y su duración. El alivio noctívago es crucial para la salubridad. El investigador, profundiza y recomienda a todos aquellos que tengan problemas para conciliar el sueño, no caer en la tentación de la siesta prolongada, si no probar otras alternativas, como consumir unas horas de desconexión y laxitud ayer de irse a reposar, sin hacer examen físico o trabajar en ese período de tiempo. Importante igualmente, evitar las pantallas de los dispositivos en los momentos previos al alivio noctívago.

Jesús Díaz-Gutiérrez, cuenta como, aunque ya había estudios previos sobre la relación entre el sueño y la salubridad cardiovascular, no se había investigado específicamente la siesta. Es así como nació, en 1999 el plan SUN (Seguimiento Universidad de Navarra), encabezado por el unidad de Medicina Preventiva y Sanidad Pública de la Universidad de Navarra, contando ya con más de 20.000 personas para el estudio, a las que se les realizó un seguimiento prolongado en el tiempo respecto a sus hábitos de vida, datos y aspectos sociodemográficos.

Cerca de destacar que la siesta prolongada, no es la única perjudicial para la fibrilación auricular, sino que factores como el consumo excesivo de bebida, la obesidad o el tabaquismo, entre otros, igualmente tienen una repercusión negativa.

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