«Yo no voy a terminar mal con el PNV, ni el PNV va a terminar mal conmigo en absoluto»


El lendakari, Iñigo Urkullu, ha asegurado que es un hombre de partido, que «atiende las decisiones» del PNV, «las respeta y las cumple», en narración a su dimisión como candidato a la Lendakaritza por el diputado foral Imanol Pradales. «Yo no voy a terminar mal con el PNV, ni el PNV creo que va a terminar mal conmigo en completo», ha afirmado, para desmentir que se haya «reivindicado» como candidato y haya hecho «campaña electoral» en los últimos meses sabiendo que no iba a repetir como pretendiente a la Lendakaritza.

Urkullu, que ha admitido que aún no tiene vencimiento para las elecciones autonómicas, pero sí la intención de trabajar hasta «el posterior segundo» de su mandato, ha subrayado que no rastreo inspección, sino dejar «de la mejor forma posible Euskadi y en las mejores manos posibles».

El lendakari ha respondido, de esta forma, a las preguntas en el ‘Foro Expectativas Económicas’, organizado por El Correo y el Porción Santander en el Palacio Euskalduna de Bilbao, al que han asistido consejeros del Gobierno vasco y dirigentes del PNV, encabezados por Andoni Ortuzar, sentados adjunto a Pradales.

Iñigo Urkullu ha asegurado que no le gusta «la política del ‘yo’» porque es más de la «política del ‘nosotros’», y del «objetivo comunitario, compartido». A su prudencia, hay que «hacer esfuerzos» para «suceder del egosistema al ecosistema». «Yo no me fijo en el ‘yo’. Y dije públicamente hace meses que la Ejecutiva Doméstico del PNV y el partido debían sentirse absolutamente libres para hacer la consejo que estimaran pertinente y tomar las decisiones que creyeran más convenientes«, ha indicado.

Tras aseverar que siempre ha estado a disposición de la formación jeltzale, ha afirmado que ha atendido «siempre sus decisiones y todavía en este momento». Por ello, ha dicho que no se proxenetismo de lo que él «hubiera querido, deseado o pretendido», porque «nunca» se ha situado «en ese estadio». «Es una osadía que corresponde a una ordenamiento, que tiene sus órganos de osadía, de valoración, de consejo, y los que formamos parte de esa ordenamiento sabemos que esto es así«, ha insistido.

Preguntado por si conocía desde verano, como se ha asegurado, que no repetiría como candidato y si son ciertos los rumores sobre que a partir de septiembre se estaba reivindicando como pretendiente, reforzando su presencia en actos e impulsado iniciativas políticas del calado de ‘la convención constitucional’, ha rechazado las acusaciones de que estuviera en «campaña electoral». «En modo alguno yo me he reivindicado. Mi planteamiento político ha sido permanente, haya tenido que asistir a escenarios de procesos electorales internos o públicos. Yo creo en la proceso todavía de la política», ha señalado.

Maniquí territorial

En ese situación, ha contextualizado su planteamiento de ‘convención constitucional’ (de 2018), que recuperó el pasado mes agosto y reclamó, de nuevo, en septiembre, en una cuestión que va más allá de elecciones porque es una consejo sobre el maniquí territorial del Estado.

En este sentido, ha recordado los objetivos que mantiene para cumplir en su mandato y ha inhábil que sean «campaña electoral». «No, es el prueba de lendakari», ha remarcado.

Iñigo Urkullu ha rechazado que haya fallos en la bicefalia del PNV, y que las relaciones entre el PNV y los diferentes lehendakaris hayan terminado mal. Tras «rebatirlo», ha asegurado que solo «se terminó mal» con Carlos Garaikotxea.

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