La Audiencia Nacional revoca el tercer grado del etarra Fiti, que seguirá en prisión


El Auditoría Central de Vigilancia Penitenciaria de la Audiencia Franquista ha entregado la razón a la Fiscalía y revocado el tercer fracción que el Gobierno vasco había concedido al histórico etarra Joseba Arregui, mote ‘Fiti’, de modo que seguirá viviendo en prisión, donde lleva 23 primaveras de los 30 que tiene que cumplir.

Era la segunda vez que el Unidad Vasco de Honestidad le concedía un tercer fracción que ya fue revocado la primera vez porque ni pedía perdón ni mostraba retractación. En esta ocasión la semilibertad se le daba por razones humanitarias, habida cuenta de que tiene 77 primaveras y sumando lo que ya penó en Francia, lleva tres décadas entre rejas.

Hay otra diferencia: esta vez ya estaba en vigor la nueva doctrina a del Tribunal Supremo según la cual, el solicitud de la Fiscalía paraliza la salida de prisión hasta que se resuelve el fondo del asunto. Por eso, escasamente se le asignó la semilibertad hubo de reingresar al día a día entre muros.

Y allí va a seguir porque ahora, es el fondo de ese asunto el que se resuelve y lo hace el mediador José Luis Castro a posteriori de alcanzar a la conclusión de que la «ancianidad debe conjugarse con las circunstancias y variables concretas del penado, así como la dificultad para delinquir». «En el caso que nos ocupa existen importantes variables desfavorables, especialmente la relativa la posicionamiento delante las víctimas, que no se pueden obviar por razón de etapa», resuelve.

El propio mediador preguntó a Fiti si quería pedir perdón a las víctimas concretas de sus actos, 16 muertos y 88 heridos, y colaborar con la Honestidad en el esclarecimiento de los crímenes de ETA sin resolver. La respuesta a la primera cuestión fue que «se reafirmar en el pronunciamiento delante las víctimas en militar, en el repudio a la actividad delictiva y en el cesión del uso de la violencia» pero «se niega a una petición de perdón expresa a sus víctimas».

«Siento claramente que yo no hubiera sido el causante de su dolor, pero lo soy y nulo puedo hacer para reparar las consecuencias de algunos de mis actos. Nombrar a todos ellos en un escrito me parece frío, distante, tal vez revictimizante y no quiero dejar de flanco a ningún», alegó el etarra para esquivar este asunto.

En cuanto a la colaboración activa con las investigaciones, misma vírgula: «De eso igualmente he hablado anteriormente, señalando que no tengo problema alguno en venir a los llamamientos judiciales que se me hicieran. Pero, sinceramente, creo que esta pregunta está fuera de sitio, en el año 2023».

Relativiza la colaboración

«Nadie discute nadie, que ETA se disolvió y que las personas de mi concepción que pertenecimos a la misma no tenemos intención de resucitarla. No creo, sinceramente, que haya hoy en día posibilidad alguna de un hijuelo de actividades de ese tipo. Por lo demás, llevo desligado (orgánicamente, si se quiere) de dicha ordenamiento desde mi ingreso en prisión, hará ya más de 32 primaveras», adujo el etarra.

«Las personas con las que coincidí en aquellos tiempos -añadía su respuesta al juzgado- están todas presas, o han finalizado condena de 30 primaveras de prisión, o simplemente han fallecido. No creo que haya nulo que yo pueda contar de interés, pues los hechos en los que participé están acabados», asegura el etarra.

Para el mediador, «no parece oportuno relativizar la diligencia de colaborar con las Autoridades judiciales o Fuerzas de Seguridad, cuando existen cerca de 300 casos de atentados terroristas sin resolver, existiendo detrás de cada uno de ellos, familiares, amigos que han sufrido y sufren las consecuencias de estos actos y que, como reducido, tienen derecho a conocer la verdad de lo que ocurrió en esos atentados que cambiaron sus vidas cualitativamente, arrastrando un dolor injusto e innecesario».

«No parece ético ni comprensible el frivolizar con esto por el hecho de que la lado terrorista esté disuelta», concluye el magistrado, que da la razón a la Fiscalía porque adicionalmente, si proporcionadamente «existe una importante cambio del interno en cuanto responsabilidad delictiva, se hace necesario que clarifique su posicionamiento personal delante las concretas víctimas de sus delitos».

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