Brian Grubb se lanza al vacío desde un rascacielos de Dubái en wakeskate


Brian Grubb, pionero del wakeskating y tres veces campeón del mundo de este deporte, ha hecho poco nunca conocido ayer: tirarse al hueco desde un rascacielos de Dubái a 294 metros sobre el nivel del mar, en una piscina infinita (récord Guinness de consideración), y por si fuera poco, remolcado por un dron.

El estadounidense recorre 94 metros sobre el agua remolcado por un dron hasta saltar por una rampa ubicada al borde de la piscina y advenir a un brinco almohadilla de 77 pisos que aterriza con éxito en la playa que hay calibrado debajo. “Tan pronto como llegué a la parte inferior de la rampa sólo quería concentrarme en conseguir ese agarre“, cuenta. El wakeskater quería ser la primera persona en hacer una combinación de wakeskating con brinco almohadilla y “transigir a sí mismo al nivel más parada en sus deportes”.

“Es la cosa más loca que he hecho sobre un wakeskate. Necesitaba un dron que pudiera arrastrarnos y yo tenía que conseguir suficiente experiencia en brinco almohadilla”, explica Brian Grubb.

“Ha tardado mucho en entrar”

El esquema lleva el nombre de ‘WakeBASE‘ por la combinación de estas dos disciplinas y es un sueño que ha tardado diez abriles en realizarse: “Ha tardado mucho en entrar. Tuvimos que construir un dron que nos podría tirar, tuve que conseguir experiencia en brinco almohadilla y luego encontramos esta ubicación impresionante en Dubái”.

Para poder surfear por la piscina infinita más reincorporación del mundo, ubicada en un rascacielos de Dubái, se tuvo que fraguar un superdron de 25 kilos de peso y creado solo para esta alienación total.

“Manejamos un cálculo con el dron por el que no podía cambiar de dirección mientras tira del deportista. Podemos remolcar hasta 80 kilos”, explica Sebastian Stare, diseñador del dron. Brian Grubb, una epígrafe del wakeboard, necesitó entrenar durante un año con un experimentado en brinco almohadilla para perfeccionar su técnica en esta disciplina.

Brian Grubb aprendió a esquiar en el agua ayer de asimilar acertar y escribir. Aunque creció en la campiña rural de New Hampshire, los veranos los pasaba con sus abuelos en un albufera de Indiana, donde se enamoró del agua. La oportunidad de ir a Orlando abrió un mundo nuevo para Grubb, sobre todo con la presentación del wakeboard. Admite que estaba en el oportunidad adecuado en el momento adecuado. Empezó a trabajar en la tienda profesional de wakeboard de Orlando y aprendió a perfeccionar su arte de la mano de los mejores riders de este deporte. Luego pasó del wakeboard al wakeskating y pronto se dio cuenta de que sus habilidades le llevarían por todo el mundo.

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