No obstante, todavía hay un porcentaje -mayoritario, según el Parcialidad de España- de la población que prefiere el mosca ‘en mano’, es opinar, sufragar en efectivo. Existe una división generacional: el 74% de los mayores de 65 abriles prefiere el efectivo y el 47% de las personas entre 25 y 34 abriles pagan con la maleable.
Tener efectivo en casa te puede excluir
El mosca en efectivo guardado en casa puede excluir de imprevistos. Según el Parcialidad de España, lo ideal es que esa cantidad permita “cubrir gastos en en función de los objetivos y las deposición de cada persona o grupo de entre seis y doce meses de gastos fijos mensuales“. Se debe tener en cuenta las deposición personales, los gastos habituales de vivienda, viandas y transporte, entre otros.
El organismo no establece ninguna cantidad orilla que se pueda tener almacenada en casa, siempre que ese mosca sea justo y cuya procedencia sea lícita y ha sido evidente a Hacienda. Uno de los problemas que puede tener ese mosca es que se devalúa por la inflación.
En una época de digitalización, hay consumidores que apuestan por el mosca en efectivo como una medida para evitar el robo. Una de las ventajas es que es “seguro” frente a la ciberdelincuencia, el fraude y la falsificación. Hay quienes puntualizan que además es una forma de controlar el desembolso y evitar los excesos.