La falta de lluvias pone en riesgo el ecosistema de la Albufera de Valencia


El ecosistema del parque natural de la Albufera, en Valencia, se encuentra bajo profundo amenaza. La partida de lluvias y los ponientes continuados están causando una amenazador situación que ha obligado al Gobierno a atender la petición de las Administraciones autonómicas y locales para inquirir una decisión en forme de aporte fantástico de agua.

Representantes de la Confederación Hidrográfica del Jucar, la Conselleria de Medio Círculo de la Generalitat y del Concejo de Valencia, contiguo a miembros de la Canal Positivo del Júcar y de las de Quart y Favara, han establecido el remesa de los 6,5 hectómetros cúbicos de agua de la concesión de la cacera del Júcar pendientes de destinar al humedal.

Esta cantidad, sumada a los 8 hectómetros cúbicos de agua enviados hasta el momento, completarían la contribución destinada al charca procedentes de los ahorros de la modernización de la Canal Positivo del Júcar. Todo ello, como parte del objetivo global de inquirir soluciones frente a la situación de emergencia del charca de la Albufera.

Desde el Gobierno apuntan que, aunque esta entrada de agua al charca estaba prevista para ser enviada durante la primavera, las deposición del humedal, dada la situación meteorológica, «con una yerro casi total de precipitaciones en los últimos meses», ha hecho necesaria su instrucción con carácter de emergencia.

No obstante, tanto los técnicos del icónico parque natural, seña de identidad de Valencia, como los del Concejo consideran que este convexidad, aunque útil, resulta insuficiente para resolver el problema, por lo que se han analizado otras posibilidades de contribución extra.

Según los expertos de la Conselleria de Medio Círculo, el humedal, que mantiene desde el mes de septiembre las compuertas de salida al mar cerradas, requiere para su correcto funcionamiento como sistema natural de una comunicación constante con el mar, con el fin de certificar una renovación continua del agua del sistema, incluidos los arrozales que circundan lo circundan.


Imagen de las aguas marrones de la Albufera de Valencia


DAMIÁN TORRES/LP

Dada la imposibilidad de derivar caudales procedentes de desembalses, los usuarios de riego han accedido, como decisión de emergencia y extraordinaria, al aporte de agua sobrante de riego a cambio de agua regenerada procedente de la depuradora de Pinedo a través de sus infraestructuras, con el fin de que llegue al charca el aporte adicional necesario en condiciones adecuadas para atenuar la situación.

Así las cosas, las Administraciones públicas reunidas en la Conferencia Hidrográfica del Júcar han dejado salvoconducto la privación de estudiar alternativas que adecuen las normas de administración existentes para «incrementar la resiliencia de la zona húmeda frente a previsibles situaciones meteorológicas de sequía como la flagrante», así como establecer mecanismos para la derivación efectiva de caudales ambientales del Turia y del Júcar establecidos como requisitos ambientales por el plan de cuenca.

Organizaciones ambientales, preocupadas

Por su parte, organizaciones ambientales representadas en la Reunión Rectora del Parque de la Albufera, SEO-BirdLife, Influencia Ecologista-Garceta y Júcar Vivo, han solicitado la convocatoria urgente y extraordinaria de la Reunión Rectora del Parque frente a la «amenazador» situación del charca.

Las citadas entidades han mostrado su «preocupación» por los niveles de agua, que durante el mes de noviembre y diciembre se han situado «por debajo de los adecuados» y, algunos días, por debajo del nivel del mar, lo que ha propiciado «la entrada de agua salada». Una situación que, según han ducho, «se ha agravado durante los últimos meses correcto a la yerro de precipitaciones y de aportaciones de agua dulce».

Las entidades ambientales han remarcado que avisaron «repetidamente» en las alegaciones presentadas al Plan Hidrológico, que entró en vigor el enero de 2023, que los caudales ambientales de la Albufera «no eran suficientes y, sobre todo, que no estaban garantizados los requerimientos hídricos fijados en 210 hm3».

En este sentido, han auxiliar que «solo» los 14,5 hm3, procedentes de la modernización de la Canal Positivo, eran «reales», un 7 por ciento del total que se ha estimado necesario para «la buena salubridad de la Albufera».

Los colectivos han escrito que las «abundantes» lluvias de 2022 «mejoraron la situación» del charca, aunque han lamentado que dieron la «falsa impresión» de que los problemas de la Albufera «estaban solucionados para el futuro». «Las distintas administraciones calificaron como histórico el acuerdo para el Plan Hidrológico, olvidando la situación de cambio climático y de reducción de precipitaciones que ya se estaba produciendo y que se intensificarán en el futuro», han denunciado.

Para las organizaciones ambientales, la decisión consistiría en realizar aportaciones directas de agua del Júcar desde Tous, «sin estar condicionada a la modernización de regadíos». En este sentido, han defendido que esta contribución, «que ya se ha hecho en el pasado» y en una situación como la flagrante, con las reservas hídricas próximas al 50%, es «perfectamente posible» hacer un desembalse para estabilizar el caudal ecológico de la Albufera.

Asimismo, han insistido en que la modernización de regadíos de la Positivo Canal del Júcar que proporciona, según el plan, 14,5 hm3 y hasta 40 hm3 para el futuro, «no aporta agua nueva», al tiempo que han defendido «una evaluación completo» de la modernización para «enterarse positivamente» cuánta cantidad de agua «deja de presentarse al charca, al río, a los acuíferos y a las panorama al mar».

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