Polémica en Vigo por usar a voluntarios para regular el tráfico ante la masificación de visitantes en Navidad



Continúan las polémicas relacionadas con los festejos navideños de la ciudad de Vigo. Si hace unos días los vecinos denunciaban los molestos ruidos y la descuido de medidas de seguridad en algunos montajes, ahora se le suma un nuevo problema: los voluntarios que regulan el denso tráfico que hay en las calles más céntricas de la entrada.

No hay más que echar un vistazo a los diferentes cruces entre diferentes vías. Varias personas que forman parte de una asociación de voluntariado realizan la función de controlar el filtración de coches. Lo hacen ataviadas con un chaleco amarillo, en algunos casos haciendo uso de un silbato y de modo gratuita.

“Son parentela sin ningún tipo de formación. Llega incluso a ser una irregularidad, ya que cumplen funciones de dirección del tráfico y obviamente eso solo lo puede hacer la Policía. Ellos están dirigiendo con silbato, paran el tráfico, mandan tener lugar a los coches, paran a los peatones…”, denuncia Abraham Tenoira, vecino y miembro de la asociación Zona Centro de Vigo. “Si la Policía Regional, por descuido de efectivos, no puede hacer frente al pandeo de tráfico que hay algunos días, entonces no se pueden arrostrar a lado estos eventos”, añade José Luis Mariño, otro de los vecinos afectados.

Fuentes municipales consultadas por torrevieja news today Noticiario indican que ellos no son los encargados de organizar el tráfico, son solo un apoyo del mismo modo que participan en otras actividades. “Pero en los vídeos que hay en las redes sociales se puede ver sin circunscripción a dudas que están dirigiendo los coches”, dicen desde las asociación municipal.

Servicios de emergencia sin poder representar

La gran cantidad de coches colapsan las calles de la ciudad olívica impidiendo que los servicios de emergencia puedan representar. Una de las situaciones más críticas se vivió el pasado viernes, cuando miles de ciudadanos portugueses decidieron examinar Vigo aprovechando un festivo doméstico: “Una ambulancia intentó entrar en el túnel de Beiramar y estuvo ocho minutos retenida. Como vio que no era capaz de salir del tapón salió marcha detrás. Al final tuvo que venir una ambulancia de otra entrada, de Redondela concretamente, a asistir al aviso porque la otra ambulancia no pudo impresionar ni saliendo marcha detrás”, explica Tenoira. Poco que achacan a las “consecuencias de la descuido de planificación” frente a un evento que mueve grandes masas de personas.

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