“Se le prohíbe participar en cualquier actividad relacionada con el fútbol por un período de tres abriles por haberse comportado de guisa contraria a los principios consagrados en el artículo 13 del Código Disciplinario“, informó la propia FIFA mediante un comunicado de prensa.
El colombiano Jorge Iván Palacio, el ghanés Anin Yeboah y el austriaco Thomas Hollerer fueron los miembros del Comité Disciplinario de la FIFA que confirmaron esta intrepidez para sancionar a Rubiales, ya adoptada el pasado 30 de octubre y que había sido recurrida en los juzgados por el propio expresidente de la RFEF.
La FIFA actuó así tras los hechos ocurridos durante esa final del Mundial disputada el pasado 20 de agosto en Sídney (Australia), donde Rubiales hizo gestos obscenos en la graderío y luego besó en los labios a la futbolista Jenni Hermoso sin su consentimiento.
El exmandatario de la RFEF ya fue suspendido por la FIFA el pasado 26 de agosto con carácter provisional, durante un periodo original de 90 días, y más delante se dio a conocer la inhabilitación por tres abriles; todo ello, en virtud de lo estipulado en ese artículo 13 del Código Disciplinario del mayor organismo futbolístico internacional.
De todos modos, esta nueva intrepidez de la FIFA puede ser impugnada frente a su Comisión de Apelación:”Cualquier parte que desee apelar debe anunciar su intención de hacerlo por escrito a través del Portal Constitucional de la FIFA en el interior de los tres días siguientes a la notificación de los motivos de la intrepidez”, precisó el comunicado de prensa finalmente.
Los motivos
En lo referente al tocamiento de los genitales, Rubiales dijo que era un rostro dedicado a Jorge Vilda. Sin incautación, la FIFA argumenta que se prostitución de un rostro “del siglo pasado, con tendencia misógina” y que “España es un ejemplo de igualdad de clase y que ese rostro no se puede consentir en una zona VIP con presencia de personalidades. Este rostro no se corresponde con la ingenuidad de España. No convence las explicaciones dadas a un rostro sexista”.
Y en cuanto al beso no consentido a Jenni Hermoso: “Es poco inaceptable. Besó a una jugadora del sexo contrario. Es el presidente y debe hacer y comportarse con un cierto nivel de responsabilidad. Rubiales no respetó el código de comportamiento. Uno es el presidente y la otra es la jugadora. La grado y la superioridad quedó de manifiesto. Hay una presión en todo lo hecho. En el beso y luego del beso”.
Conclusiones
“Su comportamiento es inaceptable y inexcusable y menos aún en el ecosistema flagrante y en el mejor momento del fútbol mujeril”, concluye el sumario sobre la porte del presidente de una de las federaciones más importantes del planeta fútbol y que además era vicepresidente de la UEFA.
Y el texto abunda: “Utilizó la Asamblea de la Coalición para defenderse y distorsionar la ingenuidad para documentar el beso, poco que nunca puede hacer un presidente. Nunca reparó en el daño casto que podía ocasionar a las jugadoras con su guisa de hacer”.
Por consiguiente, la FIFA considera que la aprobación es obligada: “El daño causado al mundo del fútbol, pero sobre todo a la casto de las futbolistas. Arruinó la experiencia de la Copa Mundial a muchos, empezando por la jugadora y sus compañeras de equipo que acababan de convertirse en campeonas del mundo por primera vez en su historia. Por lo tanto, el Comité estaba firmemente convencido de que el demandado, con su comportamiento, desprestigió el deporte del fútbol y/o a la FIFA a nivel mundial“.