Una mujer con ELA y otra que sufrió un ictus logran recuperar el habla gracias a unos implantes cerebrales


La tecnología avanza hoy de manera exponencial, lo hace en todos los campos que nos rodean en el día a día y no se queda atrás en cuanto a tecnología se refiere. salud. Mejorar la vida de las personas que lo necesitan ha sido uno de los principales objetivos que han perseguido los ingenieros biomecánicos. Jaimie Henderson es la protagonista de esta historia. Siempre tuvo un gran interés por aquellas personas que perdían la capacidad de comunicarse desde muy pequeños.

Durante una presentación a través de videollamada de sus últimas investigaciones sobre personas que, desde muy pequeños, van perder habilidades de comunicaciónEl investigador de la Universidad de Stanford (EE.UU.), recordó que cuando sólo tenía cinco años, su padre sufrió un gravísimo accidente de tráfico en el que su capacidad para hablar quedó perjudicada: “Seguía contando chistes, y yo me reía de sus chistes, pero No lo entendí porque su capacidad de hablar estaba muy dañada”, explicó el investigador.

Este hecho lo llevó a estudiar la forma en que Las neuronas codifican los movimientos y el habla.para luego encontrar la forma de recuperarlos en personas que presentan daño neurológico.

El trabajo realizado por Henderson

El primero de estos trabajos que realizó tuvo como paciente a Pat Bennet, una mujer de 68 años que había sido diagnosticado con ELA (Esclerosis lateral amiotrófica) y fue dirigido desde la Universidad de Standford. Esta enfermedad puede manifestarse de muchas formas diferentes, Benner tenía una que le permitía moverse, aunque la dificultad irá creciendo con el paso del tiempo, pero en ningún momento perdería la capacidad de hablar. Sin embargo, los músculos de tus labios, tu lengua, tu laringe o tu mandíbula no te permiten decir nada.

Lo que hicieron fue implantar dos sensores de menor tamaño al de una uña en el cerebro de Bennet. Este capta señales de neuronas individuales en dos áreas del cerebro que están asociado con el hablase trata de la corteza premotora ventral y el área de Broca, pero esta última área no fue útil en la investigación.

Después de cuatro meses de capacitación, los sistemas combinaron toda la información que habían estado recopilando de Bennet con una modelo de lenguaje informático lo que permitió al paciente decir frases de 62 palabras por minuto. Los resultados son tres veces mejores que los que se habían utilizado hasta ahora.

el segundo estudio

A diferencia del primero, el segundo estuvo liderado por Edward Chang, de la Universidad de California en San Francisco (UCSF). Con ello obtuvieron algunos resultados muy similares a aquellos que habían sido contactados con Bennet, pero a través usar un sistema ligeramente diferente.

Sus implantes cerebrales estaban compuestos de 153 microelectrodos y recopiló información de las regiones del cerebro de la paciente, Ann, que había perdido discurso hace 17 años debido a un derrame cerebral.

Con Ann lograron alcanzar un promedio de 78 palabras por minuto con un vocabulario básico de 1.000 palabras.

¿Cómo se comunican?

La forma en que se comunican es a través de inteligencia artificial. Los implantes son capaces de detectar lo que la persona quiere decir y, a través de un avatar generado por IA en una pantalla, pueden comunicarse.

Hasta ahora solo hay cincuenta personas a las que se les han implantado interfaces con microelectrodos para hacer posible su comunicación.

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