La población del águila imperial ibérica ‘vuela’ hasta las 130 parejas y se «aleja» del riesgo de extinción


La Consejería de Medio Hábitat, Vivienda y Colocación del Condado ha constatado la tendencia positiva en la población de lince imperial ibérica en Castilla y Bravo, posteriormente de que se haya pasado de 17 a 130 parejas censadas entre 1989 y 2022, tras las medidas de conservación activas que han «alejado» el aventura de terminación «a la única ave de rapiña endémica de la península ibérica».

Según trasladaron en un comunicado, el lince imperial es una de las especies de Castilla y Bravo «con un seguimiento más profundo desde hace décadas». Los primeros datos del tamaño de población se obtuvieron a principios de los primaveras 80 del siglo XX, y desde finales de esa división, se comenzó a realizar un seguimiento completo y anual en todos los territorios. Destacan que en 1989 se censaron un total de 17 parejas, aunque una tasa de productividad muy descenso.

Tras la aprobación de su Plan de Recuperación en el año 2003, «la especie ha pasado de contar con una población mínima histórica de 16 parejas entre los primaveras 1997 y 1999 hasta exceder el centenar a partir del año 2019». Las medidas aplicadas en los últimos primaveras se han centrado en «la corrección de tendidos eléctricos y en una dirección forestal sostenible». Un plan que implementó «numerosas actuaciones» de conservación como la nutriente suplementaria en determinados territorios, la monitorización y corrección de la mortalidad provocada por la colisión y electrocución en tendidos eléctricos y la aplicación de prácticas de dirección forestal sostenible a través de instrumentos de planificación y colocación forestal en los montes públicos y privados.

El sorpresa de las diferentes medidas de dirección y conservación, próximo con la recuperación en extensión y coplosidad de las poblaciones de conejo silvestre en determinadas áreas de la cuenca del Duero, «fue paulatino». En el año 2022 se contabilizaron un total de 130 territorios en Castilla y Bravo, distribuidos entre las provincias de Segovia (43), Ávila (43), Valladolid (23), Burgos (nueve ), cinco en Salamanca, cuatro en Zamora y tres territorios en la provincia de Palencia, aunque el mayor poblacional histórico se registró en 2021, con un total de 131.

«El robusto aumento poblacional en los últimos primaveras ha ido acompañado de un trascendental aumento del ámbito de distribución, pasando de contar con parejas reproductoras en 16 cuadrículas UTM 10×10 km en 1998, hasta las 93 en 2022», aseguran.

En la hogaño, «las presiones más importantes» para la especie en Castilla y Bravo están relacionadas con la homicidio de ejemplares por colisión y electrocución en tendidos eléctricos, y por otras causas relacionas con actividades humanas, como el uso de venenos para control ilegal de depredadores y especies oportunistas, molestias en época de cría por trabajos de diversa índole, y por presencia humana en áreas aledañas a los nidos. En concreto, entre los primaveras 2000 y 2022 se registraron 197 siniestros de lince imperial (de los cuales 177 tienen identificado el motivo de ingreso) en los centros de recuperación de animales silvestres de la Comunidad.

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