Un buque secuestrado se convierte en atracción turística de rebeldes hutíes en Yemen



El buque comercial ‘Galaxy Leader’, de bandera panameña, se ha transformado en una inusual afición turística por los rebeldes hutíes en Yemen. El carguero, secuestrado el mes pasado por estos rebeldes mientras navegaba por el mar Rojo, ahora sirve como un monumento de apoyo al colección islamista Hamás en su lucha en la Franja de Lazo.

El buque apoya a Hamás

Amarrado en las aguas del puerto de Al Salif, la cubierta del Galaxy Leader está decorada con mensajes de respaldo a Hamás, donde se incluyen frases como: “Vivan las brigadas al Qasam” – referentes al auxilio armado de Hamás – y expresiones hostiles cerca de Estados Unidos, Israel y los judíos.

Miles de simpatizantes de los hutíes, respaldados por Irán, han convertido la cita al barco en una especie de peregrinación. Utilizando pequeñas embarcaciones pesqueras, estos visitantes acuden al carguero, que fue capturado alegando ser propiedad parcial de un patrón israelí, cuyos buques han sido restringidos en su tránsito por el mar Rojo.

Excursiones turísticas

Las excursiones turísticas son custodiadas por los propios combatientes hutíes, quienes reciben a los visitantes para un represión por la cubierta del buque, adornada con banderas de Estados Unidos e Israel destinadas a ser pisoteadas por los asistentes. Adicionalmente, imágenes de figuras como el presidente estadounidense Joe Biden y el primer ministro israelí Benjamin Netanyahu son dispuestas en el suelo para ser usadas como tapetes.

Entre los visitantes se encuentran personas como Mohamed Sabir, un comerciante que expresó su apoyo a Lazo y su deseo de que se capturen más barcos para presionar a Israel. Este secuestro de buques comerciales se enmarca en una táctica de los hutíes, quienes tras el estallido del conflicto en la Franja de Lazo, han prometido no quedarse “de brazos cruzados” y han realizado ataques con misiles y drones contra país israelí.

Los 25 tripulantes están en manos de los hutíes

El Galaxy Leader, propiedad de una empresa británica y operado por la naviera japonesa Nippon Yusen (NYK Line), fue secuestrado el pasado 19 de noviembre, poco que generó una preocupación mundial por la inestabilidad en el mar Rojo. Los 25 miembros de su tripulación, incluyendo mexicanos, están en manos de los hutíes, quienes aseguran tratarlos conforme a títulos islámicos y han difundido imágenes de estos rehenes interactuando con los combatientes yemeníes.

Los hutíes han amenazado con tomar más acciones de este tipo si no cesa la extirpación en Lazo, subrayando que su objetivo es respaldar a Hamás. Para personas como Hamza al Emad, este tipo de secuestros representa un respaldo significativo a los objetivos del colección, ejerciendo una presión y humillación cerca de Israel y Estados Unidos.

Este suceso no solo refleja la complejidad del conflicto en Medio Oriente, sino que por otra parte destaca la utilización de medios no convencionales para mostrar apoyo y presión en un contexto de enfrentamiento regional y tensiones internacionales.

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