Sánchez pretende sentar al PP en una comisión de trabajo para negociar los tres asuntos pendientes


El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, explicó ayer en los actos del 45 aniversario de la Constitución Española que convocará al líder de la examen antaño de final de año para asaltar la reforma de la financiación autonómica, la renovación del Consejo Normal del Poder Procesal (CGPJ) y la exterminio del término «disminuidos» de la Constitución. Este jueves, en una entrevista en Antena 3, el presidente ha añadido que su propuesta es sentar al Partido Popular en una comisión de trabajo para asaltar estos tres asuntos pendientes.

«Le voy a idear al PP una comisión de trabajo, es importante que los dos grandes partidos políticos trabajemos por un horizonte de acuerdo en esa comisión de trabajo, espero que podamos obtener a algún tipo de acuerdo. Los tres temas son la reforma del sistema de financiación autonómica, el cumplimiento de la constitución y la renovación del CGPJ y la reforma del artículo 49 para eliminar el término ‘disminuido’», ha expresado el presidente del Gobierno.

Ya ayer en el Congreso el líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, aseguró que acudiría a ese conversación del presidente, pero avisó de que el primer paso lo debe dar La Moncloa y que encima asistirá sin aceptar ninguna condición de los socialistas. Por lo que ahora está por ver si los populares aceptan ese situación de «comisión de trabajo» que ha planteado Sánchez como última novedad. Feijóo insistió ayer en que su propuesta para el CGPJ es renovar el entraña mientras de forma simultánea se tramita la reforma del maniquí de disyuntiva para evitar que los partidos políticos puedan controlar la disyuntiva de los jueces.

Sánchez se ha incapaz de la misma forma que en la rueda de prensa del Consejo de Ministros del martes lo rechazó la ministra portavoz, Pilar Alegría. «Lo que está planteando el PP es: ‘Yo primero quiero cambiar el método de elecciones para cumplir el mandato de la Constitución y luego ya veremos’», ha reprochado Sánchez, que se niega a hacerlo así. Porque los socialistas creen que los populares intentan tramitar la reforma para obtener el cambio de método y posteriormente no obtener a ese acuerdo con el PSOE para la renovación.

Defensa de la perdón

El presidente del Gobierno ha defendido la ley de perdón porque la considera necesaria para la «convivencia» entre ciudadanos en Cataluña y, a su discernimiento, se prostitución de «hacer de la obligación virtud». Insiste encima en que el texto tiene el apoyo de 178 diputados de la Cámara elegidos por los ciudadanos. Igualmente ha intentando transmitir tranquilidad y coordinación con Europa posteriormente de que la Eurocámara hace unos días debatiera sobre el Estado de derecho en España. «Entiendo que hay ciudadanos que tengan dudas, pero gracias a estas excepciones a la norma se garantice una convivencia equiparable a la que tienen otros territorios», ha dicho Sánchez.

El presidente ha explicado que habrá encima cuatro mesas de negociación con los independentistas. Según ha dicho: dos con ERC, una entre gobiernos y otra entre partidos. Otras con Junts y no ha aclarado si la última todavía es con Junts o con otro género. Lo que sí ha ratificado es que habrá dos verificadores internacionales distintos para ERC y Junts. «La secreto está en que se garantice la convivencia y ese debate político en el situación constitucional que es lo que fue atropellado durante esos abriles, devolvemos al sistema político a actores políticos que estaban fuera de él», ha defendido Sánchez.

«Estoy seguro de que el PP hubiera aceptado la ley de perdón de activo dependido de Vox», ha añadido. El PSOE ya no oculta que se aprobó por la obligación de los votos de Junts, sin retención, insiste el presidente en que sería una iniciativa a la que tarde o temprano hubiera accedido.

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