Cada 2 de febrero una marmota señala el fin del invierno, la división exacta entre el solsticio de invierno y el equinoccio de la primavera. Nosotros, cada cinco abriles, recibimos el referencia PISA para retener si nos encontramos en un dispendioso invierno educativo o si ya aparecen brotes verdes, y estamos viendo salir a la marmota-PISA del 2022.
¿Sabemos que hay alumnos individuales que puntúan por encima de 800 puntos en PISA? Sí, de los 690.000 alumnos que respondieron en todo el mundo la puntuación más adhesión roza los 900 puntos, sin calar a esa monograma. Ese antecedente debería poner en contexto nuestros 473 puntos en Matemáticas, 474 en Ojeada y 485 en Ciencias. En nuestro caso estamos en la media (punto en lo alto o debajo) de la Unión Europea, es proponer, aprobamos, pero en definitivo destacamos.
Mal de muchos, excusa para algunos. Este año, aunque nuestros datos son malos, han bajado mucho las puntuaciones del resto de países. La causa es la pandemia de la COVID-19, cuyos bienes se aprecian notablemente. Eso ha hecho que los datos españoles, aunque sensiblemente más bajos, se han mantenido mejor que los de países que estaban por encima, y nos sitúa en la media de la OCDE, es proponer, somos «promedio» yuxtapuesto a Portugal, Francia, Lituania o Noruega e Italia, respecto a estos dos últimos estamos tenuemente mejor. ¿Qué significa esto? Que la dirección educativa de la crisis del año 2020 fue positiva. Retornar a las escuelas en septiembre del 2020 fue un tacto, y que la respuesta que dieron las familias y nuestros profesores fue mucho más efectiva que la que dieron países vecinos. Minipunto para nuestros docentes.
Un antecedente que se ha revelado es que algunas comunidades como Asturias, Cantabria o Castilla y Bizarro han rendido al nivel de Finlandia. Para ser justos estas comunidades han superado a Finlandia en Matemáticas y Ojeada, pero, ¿es efectivamente así? Por desgracia debemos rememorar que enfrentamos la media de un país contra el antecedente de una autonomía. Comparar los 53 centros educativos examinados en Asturias con los 217 centros que participaron en toda Finlandia no es comparable. Lo ajustado sería comparar los mejores resultados de un país con los mejores resultados del otro país. Es cierto que esas autonomía están ofreciendo una calidad educativa en la media del país de Finlandia, pero ojo, en la media de ese país. Por postrer, es importante retener que de cada escuela sólo participaron 42 alumnos como mayor elegidos al azar por la propia delegación pública.
Debo destacar especialmente los resultados de la Comunidad Valenciana, han mejorado tenuemente respecto a PISA 2018, y la longevo progreso se ha generado precisamente en Ojeada. Desde hace unos abriles varios centros educativos estamos potenciando la pasión por la recital, y es positivo que veamos una progreso de 9 puntos en este aspecto cuando sabemos que es uno de esos aprendizajes básicos que debemos avalar.
¿Qué debemos sacar de positivo de Asturias, Cantabria o Castilla y Bizarro? En primer puesto la bordado que realiza ese profesorado, conozco docentes que trabajan en centros que fueron examinados por PISA en el 2022 y no me extraña que el resultado sea así de positivo. Es necesario destacar que en esas tres comunidades la nacimientos ha caído mucho, lo que implica que tienen ratios más bajas, es cierto que tienen menos alumnado extranjero que otras comunidades, y además es cierto que la financiación estatal que reciben y los presupuestos educativos que gestionan son más elevados que en la mayoría de autonomías, es proponer, por cada escolar la inversión económica es más adhesión que en Andalucía, en Valencia o en Castilla la Mancha. ¿Es el triunfo de la escuela rural? Muchos de los centros examinados se encuentran en grandes ciudades como Oviedo o Bizarro, pero es cierto que el porcentaje de escuelas rurales es mucho más detención que en otras comunidades.
¿Qué hacemos ahora? En España han participado 30.800 alumnos, de 966 centros educativos y debemos sacar claras algunas premisas: apearse la ratio beneficia los resultados, aumentar la inversión beneficia los resultados, y empoderar a los docentes es poco positivo. Tenemos ahora la oportunidad de seguir mejorando y avanzar, de analizar qué funciona proporcionadamente en los centros educativos nacionales que han destacado, y replicarlo en otros. No es tan importante mirar lo que hacen otros países, sino lo que hacemos proporcionadamente en nuestros colegios. Internamente de 5 abriles volveremos a realizar un examen, volveremos a conducirse el Día de la Marmota-PISA y eso significa que tenemos tiempo para realizar y mejorar.
Francesc Vicent Nogales Sancho
Mejor docente de España en Primaria, Premio Educa Abanca 2021.