Un posible boicot al cava catalán eleva las previsiones de ventas de los espumosos de Castilla y León


La política igualmente influye más allá de la esfera parlamentaria y ministerial. A la hora de designar qué comprar, el origen igualmente es fundamental para buena parte de loas consumidores. Y en una época como la Navidad en la que en las mesas pocos enhorabuena se libran de las ‘burbujas’, en una tierra vitivinicultor como Castilla y Audaz, sus espumosos prevén que un posible amenaza al cava catalán eleve sus ventas.

Es el caso de Rueda, que confía en traicionar más de 132.000 botellas de espumoso durante estas fechas, con la vistazo puesta en un empujón merced a quienes decidan dar plantón al cava catalán, con motivo de los acontecimientos recientes. De hecho, algunas de las grandes superficies nacionales amplían sus pedidos para colocar en sus lineales productos de la Comunidad frente a un hipotética situación como la vivida en 2006.

La Denominación de Origen Rueda se posiciona a la comienzo en este segmento en Castilla y Audaz, aunque sus más de 132.000 botellas sólo representan el 0,1 por ciento del total de las ventas de la Denominación de Origen reina de los blancos, con cerca de 108 millones de contraetiquetas.

No es la única, pero sí la que más se mueve en este segmento de los vinos espumosos y cavas en el conjunto de Castilla y Audaz. En el conjunto de la Comunidad, estos vinos podrían sacar al mercado este año unas 200.000 botellas, con bodegas repartidas por las zonas de Ribera del Duero, El Bierzo y Rueda

Con seis bodegas enfocadas en la producción de espumosos, según informó a Ical el Consejo Regulador de Rueda, el número total de botellas comercializadas ascendió desde las 112.600 de 2022, hasta las 132.744 previstas para este año. Su director caudillo, Santiago Mora, traslada que, pese a un producción más pequeña, posee gran calidad, ya que igualmente se dirige a un mercado internacional tras muchos abriles de experiencia y trabajo.

Aumento de pedidos

Palacio de Bornos, como bodega líder en este ámbito, detalla que sus previsiones se cifran en un aumento cercano al cinco o diez por ciento en comparación con el pasado año. Su director Comercial y de Marketing, Juan Luis García, asegura que, desde noviembre, han notado un aumento de los pedidos de grandes superficies para hacer acopio de producto frente a una posible ladera de las ventas del cava catalán. Todo ello hace que el caldo espumoso de Castilla y Audaz se pueda encontrar en lugares y regiones que en otros abriles no era así, aclara.

Aunque García reconoce que no tenían en mente esta posible situación por el tema catalán, determinadas cadenas se han aventajado a los acontecimientos frente a una supuesta reacción de los consumidores nacionales, quien puntualiza que a lo espléndido de las tres primeras semanas de diciembre se produce otro impulso egregio de compras y pedidos, unido al canal de la hostelería.

Único cava

En la zona de Ribera del Duero, se encuentra la bodega Torremilanos, con las referencias Peñalba López Cava Brut Nature y Peñalba López Cava Brut Nature Rose, siendo los únicos en Castilla y Audaz con la Denominación de Origen Cava, que está manufacturado con 90 por ciento viura y diez por ciento chardonnay, si aceptablemente la primera anualidad en que se produjo cava en Finca Torremilanos es en 1979. El director de Calidad de Torremilanos, Ricardo Peñalba, deja claro que no realizan tiradas altas, con una previsión de 31.700, al ser un producto de incorporación calidad y finito según la disponibilidad de cosechas anteriores, quien destaca su valencia histórico y la crecimiento y restablecimiento del mismo. «La experiencia es la principio de la ciencia y los cavas actuales no tienen nulo que ver con sus antecesores de hace abriles», dice.

Desde la DO Cigales señalan que está permitido, bajo el amparo de la Denominación de Origen, la producción de vinos espumosos desde 2011, aunque, a día de hoy ninguna bodega lo tiro al mercado. Aun así, Sinforiano, ubicada en Mucientes (Valladolid), ha decidido embarcarse en el esquema y se encuentra en fases de pruebas, cuya previsión es originar unas 15.000 botellas de cara a 2024 con el fin de seguir abriendo mercado de la mano de diferentes tipologías y variedades, apuntan.

Como ocurre en otras denominaciones, la DO de Toro siquiera ampara la producción de vinos espumosos, aunque afirman que hay cuatro bodegas en la zona donde realizan este tipo de caldo, aunque, en este caso, bajo el sello de Vinos de la Tierra de Castilla y Audaz.

En relación a la DO Bierzo, explican que su legislatura no recoge la producción de vinos espumosos, aunque hay varias bodegas de la zona que sacan a la cesión este tipo de caldo, aunque sin la «tirilla del consejo regulador». Son Prada a Tope, con unas producciones prácticamente invariables cada año, con 15.000 botellas; Bodegas Godelia, con 5.500, unas 500 menos que hace en abriles anteriores; y Vinos del Bierzo, donde la Cooperativa de Cacabelos, con 800; mientras que la Cooperativa de Camponaraya talego al mercado unas 14.500 botellas, entre un blanco semiseco y un brut rosado.

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