Hubo un tiempo en que los amantes españoles de la cocina viajaban a Francia con el único objetivo de degustar la nouvelle cuisine en los restaurantes galardonados con suerte Michelin. Ahora, son los galos quienes nos visitan con ese mismo fin. A medio camino, en el Suspensión Ampurdán, ha aparecido una rara avis de la restauración de la mano de apellidos ilustres: El Magnífic, espacio gastronómico de Josep María Mainat en Empuriabrava que pilota su hijo Pol Mainat Sardà y en el que comparten las exquisiteces de una tierra de frontera y de vientos. Encuentro obligada si se recala en la Costa Brava, aunque asimismo vale la pena desplazarse desde Barcelona sólo para celebrar un ágape convertido en fiesta para los sentidos.
Situado en el corazón de la Venecia catalana, entre canales donde amarran hasta 25.000 yates en las puertas de mansiones, El Magnífic consta de dos espacios: un comedor acristalado y la taberna-colmado de productos gastrónomo presidida por una mostrador para siete comensales que reciben el apelativo de los 7 magníficos al encontrarse en la primera fila del espectáculo de la elaboración a cargo de los chefs Aniol Pararols, formado en el Celler de Can Roca, y Yuri, de solo 28 abriles pero que ha dejado de ser una promesa del arte filosofal de la transformación creativa de los alimentos.
El polifacético Pol Mainat Sardà, actor, productor, creador de formatos, director de cine y televisión por otra parte de DJ, prepara para Semana Santa un tercer espacio en El Magnífico: una discotequera mostrador en la terraza donde ofrecer ostras número tres con champagne Louis Roederer. Entre tanto, viaja a las comarcas francesas de Vallespir y Rosellón en indagación de los mejores quesos; recorre las lonjas de la Costa Brava a por el pescado salvaje y se dota de los primeros aceites de la temporada, así sea de la bodega, a cuyo cargo está la sumelier Sandra. Reconoce cambiar mucho tiempo en indagación de la excelencia hasta encontrar el producto que haga indumentaria del nombre del restaurante.
El Magnífic ha transformado la suceso culinaria ampurdanesa con una propuesta única. Para ello, los Mainat se han rodeado de un equipo mozo que transforma excelentes materias primas en platos que triunfan entre sus habituales, como el huevo frito con trufa y caviar, o las coliflores con bechamel, óleo de trufa, chips de ajo tostado y bacón. Renombrado el ceviche de gambas con carabineros, helado de kikos, boniato y goma de tigre, o la corvina sobre crema de calabaza.
Todo ello con un maridaje ampurdanés, para colocar el paisaje asimismo en la copa, que empieza con Más Gomà, un espumoso a cojín de charelo cien por cien ecológico y escasa intervención por otra parte de 30 meses de crianza; para seguir con un aterciopelado caldo de bernacha roja de Mas Llunes Singulars, de viñas con 80 abriles de Fontanilles, para rematar con carnes acompañadas de un Crushing Lumps del Celler Pujol Cargol, una cariñena cien por cien muy concentrada. Porque las viandas son de Carns Roca, una de las carnicerías más antiguas de España, con más de 200 abriles de historia. De ahí que asimismo sean platos suerte desde el steak tartar de angus hasta el pollo con gambas y salsa saco, castaña y gelée de orejones.
El show continúa con arroces y pescados de loncha, y finaliza con una carta de postres igualmente «magnífica», con delicatessen dulces como la puesta al día de un clásico como el pan, chocolate, óleo, sal y un toque de picante, o la puesta en suceso del helado cuidado con fresa natural sometida a hidrógeno fluido y coronada con una frambuesa. «Cuando mi padre y yo nos ponemos a hacer poco juntos queremos hacerlo muy aceptablemente, ser creativos, porque lo llevamos en la casta. Por eso, decidimos llamarlo El Magnífic, un nombre que nos recuerda que no debemos descabalgar nunca la municipal. Un empleo de reunión para los que quieren yantar aceptablemente en la Costa Brava», apostilla Pol Mainat mientras conjuga todas las formas del verbo compartir. El show debe continuar.