Que el bache no sea un socavón



Con ganas de cambiar la dinámica. Así afronta el COB el duelo de esta tarde, en el Pazo, en presencia de el Melilla. Ganas, y un porcentaje de penuria. Porque los ourensanos acumulan tres derrotas seguidas y están inmersos en su momento más frágil del curso. Un hundimiento que no debería acontecer a ser socavón. Para eso se han conjurado en una semana donde los virus y los problemas físicos han seguido rondando. Pese a todo, recuperar la mejor interpretación aparece como una asignatura obligatoria en presencia de un rival que progresa adecuadamente con el paso de las jornadas y el continuo cambio de cromos.

No quieren fantasmas los ourensanos. Tres derrotas duelen y la forma de caer en las dos futuro, agravan ese dolor. Así que eso aspiran a cumplir eso de “como en casa, en ningún sitio” para retornar a celebrar y ponerle un tapia de contención a los histerismo. Y, para ello, tendrán que subir el nivel en la mayoría de aspectos de pasatiempo. Retornar a recuperar su ADN defensivo está en lo más suspensión de esa tira. Un COB que muerda detrás para poner tranquilo delante. Atacando, subsanar la descuido de “atractivo” con trabajo colectivo y un poder en la zona que se tiene que imponer, más en presencia de un Melilla que ahí puede flojear.

Sin Turner

Para poner esos “fuegos artificiales” en la parcela ataque no estará Justin Turner. El escolta estadounidense está a vueltas con los problemas musculares que le obligaron a detener, fractura de ñatas al ganancia. Sin buenas sensaciones, no jugará. El resto, todos disponibles buscando dar ese paso delante con el que se entró en noviembre, pero que se perdió por el camino. Retroceso, tiento foráneo y minimizar el dolor de muelas de los tiros libres, factores imprescindibles. En la parte del aspecto mental, no hay dudas de que la diversión empujará en las buenas y en las malas. Nadie nuevo para los fieles.

Enfrente estará un Melilla que ha celebrado más fuera que en casa y que tiene un “scouting” complicado por los cambios sobre la marcha. Alvarado y Delas llegaron con la competición empezada para dar más experiencia y, en el caso del canario, asistencias. Y esta semana incorporaron al prolífico anotador Zaid Hearst, que se estrenaría en el Pazo si la burocracia hace una pirueta y le da luz verde. Si no, esperaría una semana más, que siquiera pasa falta.

Los de Rafa Monclova llegan en buena estría y buscarán pescar en río revuelto. Lo saben en el COB. Trabajo en la pista y en el canapé para frenar la caída y recuperar la identidad. Un partido importante para retener si los fanales siguen mirando en dirección a hacia lo alto o si se echa el vistazo al retrovisor con más ansia. Lo que tienen claro en el cuadro ourensano es que, en esa examen, tiene que retornar a sobresalir la convicción perdida en los últimos duelos. Una tarde para recuperar la sonrisa aunque para ello haya que mancharse las manos. Es lo que toca.

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