El gurú electoral del PSOE se vuelca en el “entrenamiento” del candidato en Galicia: “Si ganamos, jaque mate a Feijóo”

Los ‘populares’ gallegos apuntan a un adelanto al inicio de la primavera, entre finales de marzo y abril

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«Si logramos que el PP no tiro la mayoría absoluta y no gobierne en Galicia, sería el fin de Feijóo. Lance mate. No se recuperaría de eso. Y Galicia lo arrastraría todo». Así valoran en el PSOE la relevancia de las elecciones gallegas, previstas para julio de 2024, pero que es muy probable que se adelanten. El propio líder del PP todavía le da una gran importancia a que su partido mantenga el poder en su comunidad. «Si no sacamos la chale mayoría absoluta consecutiva en Galicia, yo no habré cumplido mis expectativas; es una obligación política conseguirlo», dijo en su última entrevista con este diario. «Y fíjese si me estoy arriesgando, porque no soy el candidato», añadió.

Para el PSOE , arrebatarles -junto al BNG- a los populares el feudo de su presidente tendría un simbolismo tan amplio que impactaría de repleto en cualquier otra cita con las urnas. Los comicios europeos del 9 de junio se antojan como la prueba del algodón del descontento ciudadano con la gracia. Precisamente por eso, en Ferraz creen que Alfonso Rueda, presidente de la Xunta, no tiene por qué conseguir demasiado las elecciones. Primero, porque durante los próximos seis meses la gracia va a seguir desgastando al PSOE. Y segundo, porque el PP podría anotarse una gran vencimiento en las europeas y ésa es una derivada que Rueda debe analizar. Pero el PP ve claro el adelanto.

Los populares gallegos apuntan a un adelanto al inicio de la primavera, entre finales de marzo y abril, pero el equipo de Rueda se niega a balbucir de posibilidades. Cuentan con encuestas que mantienen para ellos la mayoría absoluta de Feijóo, pero con el extremo escaño de al menos tres de las cuatro provincias «en descanso».

Ésa es la única partida a la que se puede asegurar el nuevo candidato del PSdeG, José Ramón Gómez Besteiro, quien ya se encuentra inmerso en un «entrenamiento intensivo» en Ferraz. En los cuarteles generales de su partido se está reuniendo en sesiones maratonianas con el equipo de campaña, de discurso y de comunicación del PSOE, según fuentes socialistas. Por si hay un adelanto electoral, está ya acelerando los plazos de maduración de su candidatura.

ESTRATEGIA ELECTORAL

Incluso, está manteniendo sesiones periódicas con el director espiritual electoral del PSOE, Aleix Sanmartín, que continuará trabajando para el equipo de Sánchez al menos hasta luego de los comicios gallegos, vascos y europeos, según las mismas fuentes. Sanmartín, creador de la táctica de segmentación de mensajes electorales que consiguió que Sánchez mantuviese el poder, contra pronóstico, tras el 23-J, está no sólo participando en la táctica de construcción del nuevo liderazgo de Besteiro, sino que se sitúa a los mandos del software electoral Tesela, que los socialistas han titulado todavía para Galicia (y que piensan prorrogar el 31 de enero, que es cuando vence el resolución). Ese software le permitirá al PSdeG afinar los mensajes en redes sociales por zonas, edades, ideologías o intereses específicos de los electores gallegos.

Los sondeos del PP apuntan a que podría sacar 41 escaños, uno menos que Feijóo en 2020. Pero hay tres variables que podrían alterar el planisferio electoral de esta autonomía. La primera, la correlación de fuerzas de la izquierda, en función de si Sumar, más aun tras la ruptura con Podemos, divide más el voto de BNG -que es la segunda fuerza- y PSOE, o logra representación. El segundo, el papel de Democracia Ourensana. El partido de Gonzalo Pérez Jácome ha confirmado que se presentará para intentar ser la información de la Xunta. Si logra escaños secreto, podría poner contra las cuerdas al PP, un partido para el que Jácome pidió el voto en 2020.

El tercero es Vox. Al PP le interesa que no se presente, para no arriesgar los escaños en lucha a cambio de nadie. «Nos jugamos una mayoría absoluta que no es casquivana, hay que hilar fino para sostener esa mayoría». Así lo justificó el dirigente del PP Miguel Tellado. «Vox no tiene opciones en ninguna de las provincias», pero la división del voto incidiría en los «restos». «Si hay votantes de derecha que cogen la papeleta de Vox, se la quitan al PP para consolidar el extremo escaño en las provincias», dijo.

Lograr o no las elecciones. Coger desprevenido al PSOE o dejar que se recueza en el caldo de sus pactos con Junts y ERC, del verificador internacional o del lawfare. Ir a las urnas ayer de que el candidato socialista tenga tiempo de consolidar su candidatura o esperar para convertirlas en un plebiscito contra Pedro Sánchez. He ahí la cuestión. Rueda le da vueltas sin demasiada querencia por la precipitación.

Como su rival no es Besteiro, sino Sánchez, prefiere esperar. La secreto es… ¿cuánto?