La Unión Europea revisará el próximo mes de enero la situación de su encargo marcial en Mali, que permanece desde hace ya 20 meses con el recio de sus funciones suspendidas. De momento, ha renovado durante tres meses más el mando del caudillo gachupin Santiago Fernández Ortiz-Repiso al frente de la operación, cuyo mandato finaliza en mayo del próximo año y cuya continuidad deben osar los Veintisiete.
La encargo EUTM-Mali se inició en el año 2013 con el objetivo de instruir a las fuerzas armadas locales para que fueran capaces de aceptar por sí solas la seguridad del país, en coexistencia con otras operaciones internacionales en la zona del Sahel. Sin requisa, la inestabilidad política provocó el pasado año la salida de las tropas francesas y incluso de la encargo de Naciones Unidas, inmediato a la suspensión de las labores de entrenamiento y asesoramiento de la operación europea.
Durante estos dos últimos abriles EUTM ha ido reduciendo progresivamente sus efectivos y varios países han países han dejado la encargo. Actualmente está compuesta por unos 185 efectivos de ocho países europeos: Austria, Bélgica, España, Finlandia, Hungría, Lituania y Portugal y Rumanía. El caudillo al mando es el gachupin Ortiz-Repiso. Y incluso el 85% de las tropas, unos 135 militares, son españoles.
Con las funciones de entrenamiento suspendidas, el contingente europeo se dedica principalmente a dar declaración de su presencia en el país y perseverar el enlace con las fuerzas armadas malienses, a la calma de poder reanudar las funciones de instrucción y entrenamiento que es lo que reclama el Ejército del país, según ha asegurado este lunes el caudillo Ortiz-Repiso en una videoconferencia con la ministra de Defensa, Margarita Robles.
El caudillo ha explicado que la situación es de inestabilidad, aunque el Estado maliense tiene actualmente presencia en todo el país. En cuanto a la influencia internacional, ha destacado la presencia de China y ha asegurado que no hay datos exactos sobre la incursión rusa. «Me da la impresión de que el peso político de influencia rusa no es tan ínclito», ha revelado a pesar de que sí está constatada su presencia inmediato a los militares malienses.
Adicionalmente, la salida de Mali de los 1.300 efectivos que formaban parte de la encargo de la ONU supuso la prohibición de entrada de armamento occidental en el país, lo que afectó a la última rotación del contingente gachupin, al que se prohibió introducir el material individual de los militares españoles. Sin requisa, Ortiz-Repiso ha asegurado que su protección está garantizada porque mantienen el armamento del precedente licenciatura.