Investigadores estudian desde Alicante el inusual eclipse de la estrella gigante Betelgeuse por un asteroide


Investigadores de la Universidad de Alicante (UA) estudiarán durante la alba del 11 al 12 de diciembre, en torno a las 2:15 horas, una especie de degeneración del asteroide Leona al tener lugar por delante de la sino hércules Betelgeuse, un aberración muy poco frecuente conocido como ocultación cósmico. Tan pronto como durará unos segundos.

El asteroide tiene un diámetro cercano de unos 65 kilómetros y bloqueará la luz de la hércules supernova -mil veces más ancho que el Sol- aproximadamente durante diez segundos, dependiendo del puesto de observación. «Alicante estará cabal en el centro de la sombra de la ocultación de Betelgeuse por el asteroide Leona y, según los mapas meteorológicos nocturnos, es la mejor zona para observar este evento desde zonas oscuras», detalla el catedrático y miembro del familia de Astronomía y Astrofísica de la UA, Adriano Campo Bagatin.

Este extraño evento ofrece la posibilidad para estudiar las características inéditas de Betelgeuse -en exclusivo, acerca de su superficie- y compendiar datos del asteroide Leona, tal como han informado fuentes de la Universidad de Alicante. «Se prostitución de una única oportunidad para analizar la distribución del brillo de la fotosfera de Betelgeuse con gran resolución angular por medio de la observación de las curvas de luz desde distintos puntos de la superficie terreno y a distintas longitudes de onda», añade el investigador.

Betelgeuse es una de las estrellas más populares entre el manifiesto común. Sus propiedades extremas y sus continuas variaciones de brillo despiertan gran interés. Recientemente, una robusto disminución de brillo hizo pensar a algunos astrónomos que se avecinaba su golpe como supernova. Sin confiscación, el aberración fue explicado como la eyección de una estrato de polvo que oscureció la superficie. «Las supergigantes rojas se caracterizan por la presencia de enormes celdas convectivas que cubren una fracción importante de su superficie y permiten la circulación de material entre el interior de la sino, tremendamente caliente, y su entorno foráneo, mucho más fría. La física de estos movimientos no se comprende muy perfectamente todavía», señala el catedrático y miembro del familia de Astrofísica Sideral de la UA, Ignacio Negueruela.

Como la sino es tan ancho, el tránsito del asteroide no es instantáneo, sino que durará varios segundos. «Del mismo modo, legado que el asteroide está muchísimo más cerca de nosotros que Betelgeuse, su sombra producirá un degeneración importante, pero se proyectará sobre diferentes partes de la sino si se observa desde diversas ubicaciones. Alicante será una de las ubicaciones donde se tendrá mejor visibilidad», abundan.

La campaña de observación de este aberración está organizada como un tesina de ciencia ciudadana coordinado desde el Instituto de Astrofísica de Andalucía-CSIC para dar asilo cientos de observaciones desde los más diversos puntos de la geodesía en los que será visible este aberración. «Aunque la disminución del brillo de Betelgeuse será apreciable a simple clarividencia y durará unos diez segundos, se quiere explotar toda la infraestructura de que disponen los miles de astrónomos aficionados que van a participar para obtener mediciones precisas de la duración e intensidad del degeneración observado desde muchos lugares diferentes», señalan.

Gracias a este flujo de información de múltiples fuentes, «combinando todos estos datos y aplicando modelos geométricos que reproduzcan el trayecto de la luz, será posible obtener datos magníficos sobre la estructura del propio asteroide y de la superficie de Betelgeuse, comparables a los que se consiguen con las más avanzadas técnicas y los mayores telescopios», indican los expertos de la UA.

Hay dos supergigantes rojas relativamente cerca del Sol, Antares (la habitante del Escorpión) y Betelgeuse (el hombro de Orión). Ambas se cuentan entre las pocas estrellas cuyo color puede revaluarse a simple clarividencia, apareciendo con un tono rojizo anaranjado. Aunque Antares está probablemente un poco más cerca, ya que la distancia a Betelgeuse no se conoce con precisión, esta última es proporcionado más ancho y se cree que su radiodifusión se acerca a los mil radios solares. «Esta combinación de tamaño enorme y distancia moderada hace que Betelgeuse sea una de las pocas estrellas cuya superficie puede resolverse con instrumentación relativamente sencilla», apunta Negueruela.

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