¿Cómo es el inmueble?
Se manejo de un edificio entre medianeras, con frente a la calle Progreso y frontispicio posterior a Irmáns Vilar Ponte. Fue sobresaliente en el año 1974, tiene 4.286 metros cuadrados construidos, nueve gloria, con una veintena de plazas de aparcamiento en dos plantas sótano que están incluidas en el precio. El reparto de superficies es el subsiguiente: 839 metros cuadrados en plantas sótano, 422 metros cuadrados en planta víctima (que es la antigua oficina de Abanca que no está incluida en la liquidación) y 3.426 m2 en el resto de gloria. El estado de conservación del interior del inmueble requiere reforma para su reutilización, sea cual sea el uso previsto.
Son varias las agencias inmobiliarias que tienen este activo en el catálogo irresoluto de comercialización y, como reconoce alguna de las comercializadoras, radicada en Vigo, “su liquidación no es acomodaticio”. Entonces, ¿cuál es el motivo que justifica la complejidad de la operación? Primero, el desembolso crematístico, pero esa no es la única dificultad. Desde el punto de horizonte de la legislatura urbanística, el edificio está fuera de distribución. Es asegurar, las modificaciones que se le puedan hacer se limitan a su reforma para conservación, pero poco más. Fuentes de la empresa que promueven la operación indican que la calificación es de edificio dotacional. De hecho, la inmobiliaria recomienda “consultar sobre legislatura urbanística de aplicación, ya que actualmente el inmueble se encuentra en estado de fuera de distribución”.
Historia del Colegio Universitario
El edificio ahora a la liquidación entró en servicio como Colegio Universitario en enero de 1974 con una docena de profesores y poco más de 200 alumnos. El inmueble, inicialmente previsto para un centro de mayores, acabó convirtiéndose en un centro docente de jóvenes que estudiaron allí los primeros primaveras de varias titulaciones universitarias que entonces se debían complementar en la sede universitaria central, Santiago de Compostela.