Vecinos de un pueblo de León se concentran para pedir la expulsión de su párroco por «cretino, antipático y desagradable»


Los vecinos de la pequeña ciudad leonesa La Magadalena, perteneciente al término municipal de Soto y Amío, están en pie de combate contra su párroco. A las más de 2.000 firmas recogidas en una plataforma online para pedir su expulsión se ha sumado este martes una concentración de varios de los habitantes en presencia de la iglesia para que el sacerdote deje el municipio por «hosco, desagradable y cretino».

Con esas palabras le ha definido la alcaldesa, Ana Arias, quien ha añadido que es «el peor sacerdote y la persona menos empática» y hace que «la muchedumbre se aleje de la iglesia».

La protesta se produce una semana posteriormente del funeral de un inexperto de 24 primaveras, Arcángel, fallecido en un siniestro de tráfico. Tras la celebración eclesiástica, cuando el párroco ya había poliedro la cántico, un allegado del inexperto habló con el cura para comentarle que la mama y la novia del fallecido querían sostener unas palabras, a lo que el sacerdote se negó.

Según ha explicado la regidora, la novia de Arcángel, sin subirse al púlpito y sin micrófono, «dijo lo que le quería sostener a su novio, al que no iba a retornar a ver» y se produjo un aplauso. En ese momento, «el párroco cortó todo y dijo que no dejaba murmurar más a nadie, ni a su mama ni a su padre».

«No quiero entierros protestantes»

 

Ana Arias intentó mediar con el párroco al que trató de cuestionarle «por qué montaba todo ese lío» en una situación de «mucha hidrofobia y dolor por la partida de Arcángel», por otra parte de alegar que «en todos los entierros, otros sacerdotes piden a las familias que suban y agradezcan a los presentes», informa Ical.

«No quiero entierros protestantes», fue la respuesta del sacerdote, quien insistió en que «la homilía era de él», de forma que allí se hacía «lo que él decía». Sin confiscación, la situación no terminó ahí, ya que según el relato de la alcaldesa, un tío del fallecido se acercó al párroco para decirle que tenía que adjuntar al féretro, pero él consideró que «no tenía que salir a nulo».

 

Ana Arias aseguró por otra parte que «no es la primera vez» que el párroco protagoniza una situación similar, aunque la diferencia fue que en esta ocasión, los presentes «estaban todos más calientes» porque «no es lo mismo estar en el entierro de una persona de 80 primaveras, que no remueve por internamente igual que una persona tan inexperto que tenía toda la vida por delante».

Tras producirse esta situación, el pasado 7 de diciembre se inició una recogida de firmas a través de la plataforma Change.org para pedir la expulsión del párroco de La Penitente, que hasta ahora ya lleva recabadas 2.745. Por otra parte, la alcaldesa de Soto y Amío ha solicitado una reunión con el mitrado de Valiente, Luis Arcángel de las Heras, para exponerle la situación actual frente a «las mentiras del párroco».

Por el momento, el prelado ha mostrado su apoyo al sacerdote y ha indicado que no tomará medidas disciplinarias contra él.

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