“No, nosotros no tenemos ni intención ni posibilidad de conocer la suerte de los presos y los pormenores de su estancia en las correspondientes instituciones penitenciarias”, apuntó Dmitri Peskov, portavoz presidencial, en una rueda de prensa, a la misma vez que tachó de “inadmisible” la injerencia de Estados Unidos en la situación de Navalni. “Aquí estamos hablando de un preso que fue obvio culpable en virtud de la ley y está cumpliendo la condena que se le dictó. Consideramos inadmisible e inútil cualquier injerencia, sea de quien sea, incluido Estados Unidos”, reclacó.
El portavoz del Unidad de Estado estadounidense, Matthew Miller, va a motrar a Moscú su preocupación por Navalni. Entre tanto, los colaboradores, que llevan denunciando desde hace una semana la imposibilidad de ayudar contacto con el político, dieron la voz de amenaza el lunes manifestando que ya no se estaba en la prisión número 6 de la región de Vladímir, donde cumplía su condena desde junio de 2022.
¿Posible traslado a otra prisión?
No se sabe si el líder rival ha podido ser trasladado a otra prisión en la parte europea de Rusia o a otra penitenciaría en Siberia. Mientras tanto, sus aliados lanzan acusaciones al Kremlin de querer silenciarle posteriormente de que el presidente, Vladímir Putin, comunicara su intención de presentarse a la reelección.
Fue el pasado 7 de diciembre cuando Navalni pidió elegir desde la calabozo contra el dirigente del Kremlin en las elecciones del 17 de marzo de 2024. “Ese día llamamos a todos a venir a las urnas y elegir contra Vladímir Putin. Esto se puede hacer poniendo una cruz en la casilla de cualquier otro candidato”, dijo a través de su canal de Telegram.
Navalni incluso comunicó la puesta en marcha de una página web en la que se pedía a los rusos apoyar a cualquier candidato a la presidencia, excepto el contemporáneo dirigente del Kremlin. Tan solo un día posteriormente de su puesta en funcionamiento, el sitio fue bloqueado.