Recuerda que, tras anular el Supremo su mejora en la soberanía de lo Marcial, ya no ostenta la primera categoría, lo que la invalida para el puesto
La Asociación de Fiscales ha pedido a la Sala Tercera del Tribunal Supremo que anule el elección de Dolores Delgado como fiscal de Sala de Memoria Democrática al ser inútil que ostente este puesto sin ser fiscal de primera categoría. La sentencia de esta misma Sala que hace unas semanas anuló su elección previo como fiscal de sala de lo Marcial por una desviación de poder por parte del coetáneo fiscal universal implica que Delgado no ostenta esa primera categoría que le sirvió para dirigir la nueva Fiscalía de Memoria Democrática.
Así lo ha trasladado la asociación mayoritaria en un escrito de ampliación del ya presentado el pasado 12 de julio. En él añade como hecho nuevo la nulo de la promoción de Delgado a la categoría de Fiscal de Sala Togada del Tribunal Supremo y recuerda que ese veredicto del pasado 21 de noviembre ordenaba «retrotraer de las actuaciones al momento inmediatamente preparatorio a la propuesta del Fiscal Caudillo del Estado al Consejo de Ministros para la cobertura de la plaza de Fiscal de Sala de la Fiscalía Togada del Tribunal Supremo».
El petición de la AF contra ese elecciónno es el único que tiene sobre la mesa la Sala Tercera del Supremo, pues otro de los aspirantes a esta plaza, el fiscal Antidroga, Luis Ibáñez, incluso lo recurrió al considerar nula la forma en la que se produjo: en un tenso Pleno destacado por García Ortiz del 19 de junio al día 8 de ese mismo mes delante el temor de que la convocatoria electoral precipitada del 23 de julio pudiera frustrar este elección.
Una vez iniciada la reunión, los siete vocales electos de la AF y la APIF insistieron en la falta de suspender la deliberación y votación de la plaza a la que optaba Delgado para aclarar antiguamente si Delgado incurría en causa de incompatibilidad por su relación sentimental con el exjuez de la Audiencia Doméstico Baltasar Garzón, que dirige una fundación destinada a los Derechos Humanos. García Ortiz lo rechazó, por lo que estos siete vocales decidieron no participar ni en la deliberación ni en la votación de la plaza.