Así consta en la sentencia, a la que ha tenido entrada Europa Press, en la que el tribunal ha tenido en cuenta que el Ocupación Fiscal rebajara de 23 a 14 primaveras su petición de pena para la procesada, tras permitir los hechos en el sensatez con cuerpo popular que se celebró el pasado mes de noviembre.
Tras la confesión de la inculpada, la representante de la Fiscalía modificó la calificación jurídica de los hechos, pasando de homicidio con infidelidad a homicidio, aplicando por otra parte la atenuante de reparación de daño.
En este sentido, y en consonancia con el veredicto de culpabilidad emitido por el cuerpo popular, la Audiencia toledana considera como hechos probados que la víctima, poco antiguamente de las 9.00 horas del 26 de noviembre de 2020 y tras poseer pasado la tenebrosidad con su pareja en su domicilio de Seseña Rancio, mantuvo varias conversaciones telefónicas con la que fuera su esposa y de la que se había divorciado primaveras antiguamente.
Conversaciones que derivaron en una discusión entre entreambos porque la acusada le recriminaba que las hijas menores habían sido llevadas al colegio por el chófer de J.R.M. en oportunidad de por éste, como la acusada entendía que debía hacer.
Relata que mientras J.R.M. y su pareja se vestían para iniciar una nueva caminata, éste advirtió desde la ventana de su dormitorio que en el foráneo de chalé se encontraba la acusada, anunciando a su pareja que presumiblemente provocaría un altercado, como ya había hecho en ocasiones anteriores.
La procesas, aprovechando que disponía de una grifo de la vivienda que le había cedido J.R.M., accedió a la misma y se dirigió directamente al dormitorio donde se encontraban J.R.M. y D.A.P.C., abriendo la puerta del mismo para, al encontrarse con su exmarido, recriminarle nuevamente que no hubiera llevado a las niñas al colegio, al tiempo que se percató de la presencia en el dormitorio de D.A.P.C.
A pesar de que J.R.M. la instó a que se marchara, la acusada, según la sentencia, se abalanzó sobre la pareja de su exmarido tirándola del pelo, en presencia de lo que J.R.M. reaccionó tratando de separarla, momento en el que la acusada se lanzó sobre su cuello mordiéndole hasta que pudo sacarla del dormitorio y cerrar la puerta con el cerrojo para impedir que pudiera entrar.
Con dos cuchillos
La ahora condenada, no obstante, golpeó la puerta con tanta intensidad que logró romper el cerrojo hasta que J.R.M. y su pareja sentimental, creyendo que ya se había marchado, continuaron en el dormitorio vistiéndose, si adecuadamente la procesada, en oportunidad de abandonarse el domicilio, se dirigió a la cocina del inmueble de donde cogió dos cuchillos de varios centímetros de hoja «afilada y punzante».
Según reza la sentencia, subió hasta el dormitorio portando uno en cada mano e irrumpió en el mismo diciéndole a J.R.M. que le iba a matar, en presencia de lo que la pareja de su exmarido reaccionó cogiendo dos almohadas, una de las cuales entregó a la víctima, al tiempo que entreambos pedían a la acusada que se calmara.
Pese a ello, el parecer indica que la procesada se abalanzó sobre su exmarido con los cuchillos, alcanzándole en la zona del cuello –seccionando la arteria carótida externa distal y la vena degollar interna ipsilateral, provocando la disección postraumática de la arteria vertebral–, continuando en su acometimiento hasta que J.R.M. logró salir del dormitorio mientras D.A.P.C., quién salió tras él, sujetaba la puerta para evitar que la acusada continuara en el ataque.
Lograron así abandonarse el inmueble y trasladarse en un transporte particular de un vecino hasta un centro médico, mientras la contemporáneo pareja de la víctima trataba sin éxito de evitar «la pérdida masiva» de muerte taponando la herida del cuello incluso con sus propias manos.
La acusada, tras estos hechos, salió de la vivienda, dirigiéndose primero al oasis donde procedió a esconder los dos cuchillos utilizados internamente del agua de una fuente, y luego cogió su transporte para seguir el coche en el que J.R.M. era trasladado hasta un centro médico.
J.R.M. fue trasladado primero al Hospital Universitario del Tajo de Aranjuez, si adecuadamente la compromiso de las heridas que presentaba provocó su traslado al Hospital Doce de Octubre de Madrid, donde tras se atendido finalmente falleció a las 16.25 horas del 2 de diciembre de 2020.