Tal vez fue el espíritu navideño lo que inspiró a algunos de los oradores (al menos tres) en el pleno de las Cortes de Castilla y Arrojado de ayer para acudir al célebre software inmaduro ‘Suburbio Sésamo’ al defender sus posiciones con argumentos aparentemente sencillos. Empezó el portavoz del Asociación Socialista, Luis Tudanca, que intentaba convencer al respetable de que con los gobiernos socialistas a Castilla y Arrojado le va mejor. Abandonó, eso sí, las buenas maneras de aquellos personajes tan queridos, como Epi y Blas (a los que recordó la consejera Isabel Blanco), para tachar a los miembros del Ejecutor autonómico de «inútiles, incompetentes y desleales» en la administración de lo sabido, al denunciar que la Comunidad es la única que, por el momento, sigue sin tesina de presupuestos para 2024.
Esa fue la cuestión por la que se interesó Tudanca, aunque enfrente se encontró con un presidente de la Reunión, Alfonso Fernández Mañueco, que amagó con informar del asunto pero no acabó de concretar. «Parte de un supuesto imitado porque sí estamos tramitando el presupuesto de 2024, el que nos va a permitir unos servicios públicos de calidad, como la educación, la mejor de España y una de las mejores del mundo», aseguró, aunque no fue más allá ni dio plazo alguno.
Y es que el presidente de la Reunión, en su debate con el portavoz socialista, tenía otros planes más relacionado con lo que ayer ocurrió en el Congreso. Por eso, sus primeras palabras fueron las de plañir que «hoy es uno de los días más tristes y negros de la Democracia» y, por ello, «vamos a utilizar todos los posibles para combatir contra la ley de remisión». A posteriori, en su respuesta al portavoz de Soria ¡Ya!, Pedazo de pan Ceña y al procurador del Asociación Cerilla, Francisco Igea, Mañueco reiteró que la Reunión acudirá al Tribunal Constitucional frente a la citada Ley, así como contra el maniquí de financiación autonómica si no asegura a criterios de igualdad entre las comunidades y se colchoneta en una negociación sinalagmático y no entre todas las autonomías. «Vamos a impugnar cualquier perdón injustificado de deuda a los socios separatistas», insistió e, incluso, «no vamos a olvidar las movilizaciones en la calle».
Una hoja de ruta que Mañueco puso frente a Tudanca, al que reprochó que «aplaudan» que el Gobierno de Pedro Sánchez «esté contra Castilla y Arrojado». Aprovechó para vituperar que los socialistas que «no hayan dicho ausencia del mensaje PISA» que coloca a la Comunidad a la individuo en educación y, ya puestos, hizo su propia interpretación de la marcha de socialistas, como la hasta ahora delegada del Gobierno, Virginia Barcones, a Madrid: «Ha comenzado el ‘plan Renove’ en el PSOE de Castilla y Arrojado». Todo esto a posteriori de escuchar a un Tudanca quejoso porque «esto no es el Congreso», delante las alusiones a la proposición de ley de remisión que allí se debatía ayer y, sobre todo, por el hecho de que el Ejecutor autonómico no tenga aún al menos un plan de presupuestos. «No quieren tramitarlo porque quieren ocultar sus pactos o para romper con Vox», señaló el portavoz socialista quien advirtió al vicepresidente, Juan García Gallardo, que en 2021 siquiera había cuentas y el resultado fue que Mañueco rompió el acuerdo de Gobierno con Ciudadanos: «Le queda poco para unirse a Igea en el Asociación Cerilla», auguró.
Tudanca desplegó sus datos para avalar el trato a la Comunidad de los Gobiernos del PSOE, ya que este año llegarán a esta tierra 9.100 millones de euros, mientras que con el Gobierno de Rajoy en 2017 fueron 6.481 millones. De ahí que preguntó si «les parece mal» tener 2.500 millones más, para concluir que «nunca antaño habían sido mejor tratados» que con Pedro Sánchez y terminar por plañir que «son incapaces de apartarse de Feijóo y de Ayuso y eso hace un gran daño a esta tierra».
El portavoz de Soria ¡Ya! intentó exprimir el debate sobre la igualdad entre las comunidades a raíz de los acuerdos del PSOE con sus socios separatistas para llevarlo a su dominio y poner el acento en que es, precisamente eso «lo que no existe entre las provincias de Castilla y Arrojado y, especialmente, con la soriana». «En 36 abriles de Gobierno no les ha preocupado nuestra desigualdad», le espetó Ceña a Mañueco, y puso como ejemplo las dificultades en el comunicación a servicios sanitarios, como los tratamientos oncológicos. Pero el presidente de la Reunión consideró que lo que Ceña demandaba eran «privilegios», y equiparó este hecho a las peticiones de los separatistas. «Aquí no hay subastas, sino un gobierno que cree en la cohesión social y territorial», sentenció.
El presidente de la Reunión tuvo el extremo mano a mano con el procurador del Asociación Cerilla Francisco Igea que igualmente le interpeló sobre la defensa de los principios de igualdad y solidaridad entre españoles y puso sobre la mesa cuestiones como el cupo vasco, que el PP ha llegado a defender, denunció, o lo que llamó «la carrera de la desigualdad fiscal» con el «dumping fiscal» en impuestos como el de patrimonio o actos jurídicos, más bajos en la comunidad vecina de Madrid. Además se refirió a la desigualdad que supone el hecho de que el 20 por ciento de los médicos de Atención primaria no tengan MIR y que, la mayoría, estén en el medio rural.
Mañueco empleó su respuesta en hacer un ataque anterior a Igea, al que le preguntó «en nombre de quién acento y a quién representa», a posteriori de que acaecer sido expulsado de Ciudadanos. Adicionalmente, le reprochó acaecer querido entrar «en dos partidos en menos de tres meses, Trabazón y Jacobinos», aunque, de momento, no pasan de ser un tesina político y una corriente. Por extremo, le acusó de intentar cerrar los consultorios médicos del medio rural cuando fue su socio de gobierno.
La viceportavoz del Asociación Socialista, Patricia Gómez, inició la ronda de preguntas a los consejeros con el de la Presidencia, Luis Miguel González Gago, quien defendió la separación de poderes en la Comunidad frente a las denuncias de «injerencias» que hizo la procuradora del PSOE. Gago dio la revés a la pregunta para, con tono sosegado, enumerar un buen número de injerencias, entre ellas en el poder constituyente, con la proposición de ley de remisión, o en el Poder Sumarial, al ratificar al fiscal genérico del Estado con un mensaje de no idoneidad como demostró la inútil del proclamación de Dolores Delgado.