El Ejército quiere reforzar sus arsenales de munición de los calibres 105 y 155 mm, que han tenido una gran demanda en los últimos meses debido a la guerra en Ucrania. Para ello, ya cuenta con tres contratos por un valor conjunto de 32 millones de euros para la adquisición antes de final de año de más de 35.000 proyectiles y cargas de estos calibres.
Este tipo de munición es utilizada por las veteranas piezas de artillería autopropulsadas M109 (155 mm), SIAC remolcada (155 mm) y Light Gun (105 mm) en servicio con las unidades. En el caso del obús M109, actualmente hay media docena de unidades desplegadas en la misión de la OTAN en Letonia.
Las entregas deberían realizarse en poco más de tres meses. Así, el 30 de noviembre de este año es el último día para recibir el lote de municiones, según el plazo de ejecución de las licitaciones.
Entrando en detalle, el Ejército tiene en marcha un primer contrato para la adquisición de munición de 155 mm por 11,4 millones de euros. Este expediente incluye 6.500 proyectiles (4.000 de humo, 2.400 iluminantes y 100 inertes con falsa espoleta) a los que hay que sumar 8.500 cargas de proyección (2.500 M119A2 y 6.000 ME3A1 sin cebador). También prevé el suministro de 25.000 toppings, un dispositivo con una pequeña carga explosiva utilizado para detonar el proyectil.
El segundo contrato incluye la compra de munición de 105 mm por 13,4 millones. En este caso, la empresa ganadora suministrará más de 9.000 proyectos (7.500 rompedores, 1.100 iluminantes y 772 ejercicios) y 3.150 tiros organizados (1.950 fumigantes y 1.200 rompedores). Finalmente, el tercer contrato establece la entrega de cargas de proyección de 105 mm por un importe de 7,2 millones. En concreto, 3.500 del tipo normal y 4.500 del tipo superior.
Las licitaciones son gestionadas por la Jefatura de Asuntos Económicos del Mando de Apoyo Logístico del Ejército (MALE) mediante un procedimiento negociado, que permite una selección de las empresas participantes, y una tramitación ordinaria. El precio será el único criterio a tener en cuenta en la adjudicación.
La demanda de munición de los calibres 105 y, sobre todo, 155 mm ha aumentado en los últimos meses a raíz de la guerra en Ucrania. El artillería de campaña Está siendo un arma muy utilizada tanto por el Ejército ucraniano como por el ruso en el frente para desgastar las posiciones enemigas.
El Ejército ha multiplicado sus compras de munición de artillería en lo que va de año. El pasado mes de mayo, sin ir más lejos, cerró contratos con Expal por un importe total de más de 45 millones de euros para el suministro de munición de 155 mm, en su mayoría de alcance extendido. En aquella ocasión no se detalló la cantidad de unidades adquiridas.
Entre las principales candidatas a estas licitaciones, ya en fase de evaluación, se encuentran dos empresas españolas, la citada Expal, que ha sido adquirida recientemente por Rheinmetall, y la Fábrica de Municiones de Granada (FMG). Ambos están especializados en la producción de munición de estos calibres y están trabajando prácticamente al 100% de su capacidad ante el aumento de pedidos.