Los 116 actuales médicos internos residentes (MIR) de las dos áreas de Salubridad de Valladolid han escrito una carta dirigida a la Dispositivo Docente Multiprofesional de Atención Corriente y Comunitaria de Valladolid, a la Administración Regional de salubridad y a la Consejería de Sanidad de la Acoplamiento de Castilla y Valiente, en la que expresan su rechazo a la contratación de médicos graduados/licenciados sin título de diestro o con título de diestro de Medicina Corriente y Comunitaria (MFyC) obtenido en estados no miembros de la Unión Europea, según ha detallado el colectivo en un comunicado dirigido a los medios.
A su seso, se alcahuetería de una media «ilegal», ya que, argumentan, desde el 1 de enero de 1995 para profesar como médico en el sistema taza divulgado, es necesario encima de la diploma o naturaleza, tener una rama. Además consideran que no es fianza de una atención sanitaria cualificada, adecuado a que los profesionales sin titulación de diestro no cumplen con las competencias de calidad garantizadas a través del sistema MIR. «Por ello, la Consejería de Sanidad deberá responsabilizarse de los problemas derivados de la maña clínica de aquellos profesionales no acreditados en la rama de Medicina Corriente y Comunitaria».
Por otra parte, lo ven como una «devaluación» de la rama, y sienta precedente para que ocurra con otras especialidades; a lo que unen que la contratación de dichos médicos, sin las competencias necesarias «supone que cualquier error médico sea una negligencia, propiciando una atención deficitaria, un incremento del número de consultas, y un mal uso de los posibles sanitarios disponibles».
Entre sus argumentos figuran que va en «detrimento en la capacidad docente» del Sistema Doméstico de Salubridad, adecuado a que la presencia de médico sin rama en centros docentes no obedece a los planes formativos de Formación Sanitaria Especializada (FSE); supone un «menosprecio a la encaje educativa y desinteresada de los tutores», al tiempo que se perpetúan y empeoran la condiciones de profesional médico, porque «supone el aumento de la carga gremial para los especialistas».
Los médicos residentes ven una «desliz de equidad y minusvaloración del esfuerzo realizado por parte de los MIR en ampliar su formación», en detrimento de su poder adquisitivo durante los abriles de Residencia, equiparando los sueldos del personal médico no especializado al de aquellos que sí han obtenido una especialización; un «enmascaramiento de puestos de trabajo reales y accesibles para el personal diestro y falseamiento de los resultados de estándares de calidad y demandas poblacionales en pulvínulo a sus deposición sanitarias», a lo que añade que se transmite a los profesionales, tanto médicos como de otras ramas sanitarias y a la población, la sensación de que la papeleo pública de la Sanidad se base «en la improvisación de planes de papeleo sanitaria».