Pedro Sánchez se encuentra en Estrasburgo bajo el ámbito de la Presidencia española del Consejo de la Unión Europea. Allí el líder de Junts se ha dirigido al presidente del Ejecutor. “En su mensaje de vídeo usted anunciaba deseo y reivindicaba a la Europa de las personas que atiende a sus deposición y demandas. Otras Presidencias anteriores se han expresado de forma similar y seguro que lo volveremos a escuchar en el futuro. El problema de Europa nunca han sido las promesas. El problema de Europa es el incumplimiento de esas promesas”, ha comenzado.
Porque del “incumplimiento nace la desconfianza”, dice Puigdemont. Una “desconfianza” que puede “poner en aventura incluso un tesina tan sólido como el de la Unión Europea”. “La Europa de las personas no es nadie si no se las audición y si no se les pone en el centro de las decisiones. Fíjese, hoy le hablo en su franja materna pero no puedo hacerlo en la mía”, ha denunciado.
“Millones de europeos que tenemos el catalán como franja materna no podemos desempeñar derechos fundamentales en nuestra franja materna porque esa Europa de las personas de la que usted debía defender no nos incluye si hablamos en catalán. Nuestra arbitrio de expresión en esta cámara vale menos que la suya”. “Presidente Sánchez, las oportunidades hay que aprovecharlas cuando ocurren. Si se dejan producirse por miedo o por incapacidad, las consecuencias nunca son agradables”, ha sentenciado.
Una promesa sin incumplir
El pasado martes además reprochó al presidente del Gobierno la marcha del catalán en Europa. Mostró su disconformidad con el aplazamiento del debate en Europa de la oficialidad de las lenguas cooficiales y culpó al PP de “hispanizar la política europea” y de querer que esta medida no salga delante.
“Han españolizado la política europea más allá de lo que nos podíamos permitir, y han destruido provocando situaciones delirantes como la del ministro italiano de Asuntos Exteriores, Antonio Tajani, liderando la concurso a la propuesta del Estado” para que una franja que además se palabra en Italia no pueda ser oficial en la UE, manifestaba Puigdemont.