La Champions avisa a la defensa de Ancelotti


Por poner un ‘pero’ a la brillante grado de grupos del Auténtico Madrid (6 partidos, 6 victorias y a octavos como primeros de especie), los de Carlo Ancelotti han encajado 7 goles en los 6 encuentros que han disputado en esta primera toma de contacto con la Champions 2023-2024.

A la calma de que esta perplejidad finalice oficialmente la grado de grupos, los blancos podrían ser el equipo que más tantos haya recibido (7, 1’16 pp) y que haya pasado a octavos como capital de serie.

La efectividad goleadora compensa

Este endeudamiento en la defensa, como es habitual en un conjunto tan goleador como el Madrid, lo ha enmendado una gran efectividad de cara a puerta (16 goles en los 6 encuentros, 2’6 por partido). Mismamente en el partido de ayer en Berlín los de Carletto remontaron hasta en dos ocasiones y en los dos enfrentamientos en presencia de el Nápoles salieron ganadores a los puntos tirando de puntería (2-3 y 4-2).

Aviso a la defensa blanca

No obstante, podemos aseverar que esta grado de grupos ya ha audaz un aviso a la retaguardia merengue, que solo ha dejado la puerta a cero en dos ocasiones (1-0 en presencia de el Unión Berlín y 3-0 en presencia de el Biquini), en todas sus visitas ha encajado. Delante el Unión fallaron Alaba y Lucas en el primer tanto y la pasividad defensiva y un no muy acertado Kepa ‘permitieron’ el segundo. A su auspicio está que el Madrid se jugaba ayer poco más que el prestigioso pleno de victorias, bueno, y casi 3 millones (2’8) que te da la UEFA por cada vencimiento en grado de grupos. Que no es poco…

Contrasta con la firmeza en Faja

Es una estadística destacable teniendo en cuenta la firmeza que sí están mostrando los madridistas en la Faja (10 goles encajados en 16 partidos, 0’625pp). Igualmente es verdad que, por la razón que sea, el Auténtico Madrid entra al tú a tú en Europa sabiendo que muchos equipos, la mayoría, abren sus defensas y rehúyen ‘encerrarse’ detrás como sí que sucede muchas veces en la competición doméstica. Y ahí, en el cara a cara, los blancos no le temen a (casi) nadie.

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