Cuenta Yáñez que en ocasiones, han recibido peticiones “para dar una sorpresa” a alguno “que seguro le va a hacer ilusión”, a lo que ellos siempre han contestado negativamente “porque creemos que eso es una valentía que tiene que tomar la propia persona” porque “a nadie se le regala un hijo, son decisiones personales, es una responsabilidad extenso”. Sus afirmaciones, vienen derivadas de la experiencia en la protectora, porque “muchas veces, incluso el que está decidido a adoptar un perro, a pesar de que nos dice que lo ha meditado, nos lo devuelve, y siempre la fallo es del animal, nadie admite que a lo mejor tomó una valentía equivocada”.
Pero aún hay una valentía peor tras la adquisición de un perro que tras varios meses “nos molesta”, y es abandonarlo. “Esta es la consecuencia que queremos evitar a toda costa, por eso no nos parece correcto que el perro sea un regalo, porque la responsabilidad de cuidarlo es enorme y puede terminar en deserción”. Un deserción que hoy en día, con la entrada en vigor de nueva Ley de Protección Animal, “nos pueden restregar el saquillo”. “Si las protectoras pudiéramos multar, España sería rica”, explicó Jorge Yáñez, las autoridades deben hacer porque se cumpla “tal y como se cumplen otras, porque si no nunca nos van a tomar en serio”.