Otros 116 agresores sexuales salieron antes de prisión, como el reincidente de Dos Hermanas


Los tribunales españoles acordaron hasta este julio 1.155 reducciones de pena para los condenados por delitos sexuales y la liberación, antes de lo previsto, de 117 presos, entre ellos el agresor de Dos Hermanas (Sevilla), detenido por intentar violar a una mujer tras salir anticipadamente de prisión, donde cumplía condena por delitos sexuales. La Ley Orgánica 10/2022, de garantía integral de la libertad sexual, ‘ley del sólo sí es sí’ o ‘ley Montero’, de la ministra de Igualdad de Podemos, Irene Montero, quien la impulsó, nació rodeada de polémica.

El Consejo General del Poder Judicial (CGPJ), así como juristas, entre ellos algunos pertenecientes a asociaciones feministas, alertaron de que la desaparición del delito de abuso sexual para convertir cualquier acto sexual no consentido en agresión sexual -el principal cambio introducido por el norma- llevaría inevitablemente a reducciones de las penas para evitar un problema de proporcionalidad.

Pese a estas advertencias, la norma entró en vigor y sus efectos en beneficio de los agresores, que el Gobierno calificó de “inesperados”, fueron inmediatos. El ejecutivo de coalición tardó seis meses en reaccionar. La ministra de Igualdad achacó la aplicación de la ley a una mala interpretación de los jueces y, aunque la Fiscalía emitió unas directrices para intentar que hubiera las menores reducciones posibles, se respeta el principio de aplicar la norma más beneficiosa para la recogida de presos en el artículo 2.2 del Código Penal era inevitable. Los tribunales fueron admitiendo recursos de condenados en un goteo diario que acabó resultando insoportable para el equipo de Pedro Sánchez.

los efectos continuarán

Finalmente fue el PSOE quien llevó a cabo una reforma de la norma con la oposición de sus socios. La ministra de Justicia, Pilar Llop, asumió la explicación de la vuelta a las anteriores bifurcaciones penológicas. Irene Montero insistió en defender que su ley pone “el consentimiento de la mujer en el centro”, aunque los tribunales nunca habían dejado de tenerlo en cuenta a la hora de juzgar delitos sexuales. Pero, en rigor, realmente significó una reducción de las penas ya que, por poner dos ejemplos, si bien el nuevo tipo básico de agresión sexual se castigaba con entre 1 y 4 años, antes de que entraran en vigor estos hechos delictivos, catalogados como abuso, sí estaban castigados. con entre 1 y 5 años de prisión.

Quienes fueron condenados con la pena más alta pidieron inmediatamente que se les aplicara la reducción que suponía la nueva ley. Lo mismo ocurrió con la violación. El Código Penal los castigaba anteriormente con entre 6 y 12 años de prisión, mientras que la ley del ‘sí es sí’ rebajó la primera a cuatro años. De modo que también hubo una avalancha de recursos para lograr estas reducciones. El PSOE, con su ‘contrarreforma’, que entró en vigor en abril de este año, recuperó las bifurcaciones anteriores con penas más elevadas en los tipos en los que se produce violencia o intimidación. Sin embargo, los efectos de la ley del “sí es sí” siguen prolongándose y continuarán durante años. Sólo las agresiones cometidas tras la entrada en vigor de dicha reforma -como será el caso del agresor sevillano con los hechos cometidos esta semana- serán castigadas con las penas mínimas más altas. Quienes cometieron los hechos antes de su entrada en vigor aún pueden beneficiarse de la ley impulsada por Montero, como ocurrió con la liberación del agresor de Dos Hermanas, para quien se acordó antes de abril no cumplir su condena, que han finalizado en junio.

Tras el último acontecimiento, el líder de la oposición, Alberto Núñez Feijóo Pidió responsabilidades al Gobierno en Twitter: «Que la reincidencia en un atentado la provoque una persona que ha recibido beneficios legales por una ley como la del ‘sólo sí es sí’ merece explicaciones y asunción de responsabilidades en el Gobierno en funciones de Pedro Sánchez, escribió.

El desgaste de la ministra de Igualdad por su ley estrella también fue interno. La líder de Sumar, Yolanda Díaz, no la incluyó en las listas de la formación de izquierda para las elecciones generales del 23 de julio ni en los actos de campaña. Votó en contra de la ley de reforma, pero este julio reconoció que “podría haberlo hecho mejor”. “El sufrimiento de una hija, de una madre, de una hermana cuando sufre una agresión sexual es brutal y no hay manera de recomponerlo”, afirmó.

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