Las náuseas y los vómitos del embarazo podrían mitigarse, según un estudio



Un nuevo estudio de la Universidad del Sur de California (USC), en Estados Unidos, y la Universidad de Cambridge (Reino Unido) concluye que una hormona producida por el feto yuxtapuesto la sensibilidad de la causa a la misma, son la causa de las repulsa y los vómitos del obstáculo, que, en su forma más extrema, pueden poner en peligro a la causa y al feto. Los resultados, publicados en la revista Nature, sugieren que la exposición a la hormona ayer del obstáculo podría mitigar los síntomas en algunas mujeres.

Las repulsa y los vómitos han sido durante mucho tiempo una suerte para las futuras madres, ya que afectan al 80% de las mujeres en algún momento del obstáculo. Otro 2% sufre una forma extrema llamamiento hiperémesis gravídica (HG) que puede provocar pérdida de peso, deshidratación y hospitalización. Pero se sabe poco sobre su causa. Recientemente, un creciente número de pruebas ha relacionado los síntomas con el GDF15, una hormona producida en la placenta que aumenta sustancialmente durante el obstáculo.

El nuevo estudio apoya el papel causal del GDF15 en las repulsa del obstáculo y revela el papel que tiene la sensibilidad de una mujer a la hormona a la hora de determinar la formalidad de sus síntomas. Las mujeres expuestas a niveles más bajos de GDF15 ayer del obstáculo experimentan síntomas más graves.

“Ahora sabemos que las mujeres enferman durante el obstáculo cuando se exponen a niveles de la hormona GDF15 superiores a los que están acostumbradas”, afirma Marlena Fejzo, doctora y profesora clínica adjunta de ciencias de la población y sanidad pública en el Centro de Epidemiología Genética de la Universidad de Medicina Keck y primera autora del artículo.

El camino para evitar los vómitos

Las mujeres más sensibles a la hormona son las que más enferman, explica el doctor Sir Stephen O’Rahilly, codirector del Instituto de Ciencias Metabólicas Wellcome-Medical Research Council de la Universidad de Cambridge, que dirigió la colaboración. “Asimilar esto nos da una pista sobre cómo podríamos evitar que esto ocurra”, apunta.

Aminorar el GDF15 es una forma de afrontar potencialmente la enfermedad del obstáculo, y el presente estudio aporta la primera prueba en humanos de que es probable que sea seguro hacerlo. Otra forma de estrechar los síntomas consiste en exponer a las mujeres al GDF15 ayer del obstáculo, para “prepararlas” para niveles elevados de la hormona cuando se queden embarazadas. “Este estudio aporta pruebas sólidas de que uno o uno y otro métodos serán eficaces para alertar o tratar la HG”, destaca Fejzo.

Fejzo, O`Rahilly y su equipo utilizaron una amplia variedad de enfoques para aclarar la relación entre el GDF15 y la enfermedad del obstáculo, incluidos disección genéticos y sanguíneos de pacientes, estudios de células humanas y de ratones.

Una prueba secreto es el hallazgo de que una mutación poco frecuente en el gen que codifica la GDF15 provoca niveles anormalmente bajos de la hormona en todo el organismo, lo que aumenta el aventura de que las mujeres padezcan HG durante el obstáculo, cuando de repente se ven expuestas a más cantidad de la hormona de la que están acostumbradas. Pero si el feto asimismo hereda la mutación del GDF15 bajo, las investigaciones sugieren que la causa puede tener menos probabilidades de padecer HG.

“Por primera vez, esta interacción entre la causa y el feto ayuda a explicar por qué algunas mujeres padecen HG durante algunos de sus embarazos, pero no durante todos”, subraya Fejzo.

En una itinerario similar, los investigadores descubrieron que las pacientes con beta talasemia, un trastorno escarlata hereditario que provoca niveles crónicamente elevados de GDF15, están en gran medida protegidas contra la HG, así como contra formas más leves de enfermedad del obstáculo.

El equipo de investigación asimismo utilizó un maniquí animal para explorar si la exposición de las madres al GDF15 ayer del obstáculo podría ayudar a alertar las repulsa del obstáculo. Los ratones expuestos a una dosis elevada de GDF15, similar a los niveles observados en el obstáculo, mostraron pérdida de apetito indicativa de repulsa. Pero los ratones expuestos primero a una “dosis de cebado” muerto de GDF15 no mostraron la misma pérdida de apetito tras la dosis suscripción de GDF15.

Por primera vez en humanos, el estudio asimismo aporta pruebas de que tener niveles bajos de GDF15 durante un obstáculo puede ser seguro, afirma Fejzo. En los embarazos en los que tanto la causa como el feto tenían la mutación GDF15 muerto, los bebés nacieron normales y sanos, lo que sugiere que estrechar los niveles de GDF15 durante el obstáculo puede ser otra forma segura de alertar la HG.

El sucesivo paso del equipo de investigación es comprobar si la exposición de las mujeres al GDF15 ayer del obstáculo puede estrechar las repulsa y los vómitos o incluso alertar la HG. Fejzo está solicitando financiación para comprobar si la metformina, un fármaco que aumenta los niveles de GDF15, es segura en pacientes con historial de HG.

Los investigadores asimismo esperan probar otro tipo de fármacos que podrían ayudar a tratar la HG impidiendo que el GDF15 se una a su receptor en el cerebro. Varios de estos fármacos ya están en período de examen clínico para tratar la caquexia (un trastorno metabólico arduo que provoca una pérdida de peso extrema) y las repulsa y vómitos en pacientes con cáncer.

Fejzo, que tiene experiencia directa con la HG, afirma que estos hallazgos ofrecen esperanza a las mujeres que, como ella, han padecido enfermedades graves durante el obstáculo. “A Dios gracias, ahora que conocemos la causa principal de la HG, estamos un paso más cerca de desarrollar tratamientos eficaces para evitar que otras madres pasen por lo mismo que yo y muchas otras mujeres”, afirma.

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